Me dices puta, me das lastima:
Creo que se ha escrito mucho sobre el poder de esa palabra, pero se sigue usando tan comúnmente que he sentido la necesidad de poner el tema, una vez mas sobre la mesa. Las mujeres de esta ciudad nos llenamos la boca, alarmadas por la alerta de Genero que Edomex lanzo hace poco, y exigimos que nos respeten cuando caminamos por la calle con falda, pero llamamos puta a la que disfruta de su sexualidad de modos no-convencionales o a la que aborto por que simplemente no quería ser mamá, a la que ahora es novia de nuesto ex o a la que se relciona en un medio con muchos hombres, a la que logra un ascenso le decimos que seguro se acostó con el jefe y señalamos a la que dejo a su esposo.
Y es que hemos interiorizado de tal manera la visión de que una mujer libre, por necesidad, usa el sexo como herramienta y no como lo que es, una necesidad placentera y por que no, divertida. Nos han convencido de que somos objetos y que somos parte de un intercambio comercial en el que nuestra única moneda es nuestro cuerpo, no nos damos cuenta que señalando, acusando y poniendo etiquetas como esa (puta) replicamos ese modelo social donde justificamos las agresiones de las que todas hemos sido victimas: Ese grito en la calle que incomoda, esa descalificación que lastima y esa culpa tan nuestra cuando tememos al decir “no” .
La opresión de las mujeres no solo esta en las marquesinas internacionales, en las pasarelas donde objetivisan nuesto cuerpo o en el marido que abusa de su condición de proveedor, la opresión esta ya tan inmersa en nosotras, en nuestra vida diaria y nuestra cultura que no nos damos cuenta que todos los días con pequeñas acciones aportamos a que se perpetúe, aunque en el discurso siempre digamos lo contrario. Las cifras en el DF, Guanajuato, Edomex y otros estados son además de alarmantes, tristes, Dos de cada tres mujeres mayores de 15 años en México ha sido victima alguna vez en su vida de algún tipo de violencia de genero. La ONU ha reconocido que la violencia contra las mujeres o de género es un problema de salud pública; una práctica aprendida, consciente y orientada, producto de una organización social, estructurada sobre la base de la desigualdad de género
Ellas no son números, no son eso, cifras, son hijas, madres, hermanas y no son sus muertas, son nuestras, yo soy la violada, la asesinada, soy esa que señalas de puta y no te odio por lo que en nombre de la moral que dices proteger me lo señales a base de insultos , lejos de eso me das lastima, por que sin darte cuenta, un día puedes ser tu como yo, la muerta, la violada, la golpeada, la humillada, y como tu habrá cientas con esa necesidad que ahora tienes de señalar.
Tu que lees esto, que me llamas puta a mi o a ella porque somos diferentes, me das pena, porque cuando lo dices no te das cuenta que te estas oprimiendo, que las palabras que pones en tu boca no son tuyas.
Juzgar resulta muy fácil pero sin darte cuenta esas criticas pueden llegar a oídos de una mujer que esta sufriendo abuso de algún tipo, que tus palabras la convenzan de que es su culpa de que tal vez lo merece, y ella, puede ser la siguiente victima fatal, de el silencio. No seas complice. No caigas en ese juego que quieren que juegues.
Hoy es el Dia Internacional De la Lucha Contra la Violencia de Genero, hoy tienes la oportunidad de mostrar tu solidaridad, hoy puedes hacer un cambio.
A ti que me lees y eres victima, física, mental, emocional, psicológica, o de cualquier manera, es tu momento para abrir los ojos, espero que mis palabras te sirvan de algo»Quien no se mueve, no siente las cadenas» –Rosa Luxemburgo.
De este lado, les amo.