Star wars The force Awakens
Por: Emilio Castañeda y Alejandra Medina
Para hablar de Star Wars y su evolución es importante mencionar que han pasado ya 38 años desde que “A new hope” se proyectó en las salas del mundo, desde entonces se ha vuelto parte de la cultura general y trascendió en generaciones, formando parte de lo que nuestros abuelos enseñaron a nuestros padres, y después ellos a nosotros.
Fue en el 2005 cuando se presentó una nueva trilogía que desató polémica, genero opiniones encontradas y, claro, como en todo, los más puritanos la repudiaron. Cuando ésta concluyó, se creyó que sería el final de un universo exquisito, lleno de conflictos intergalácticos, batallas impresionantes y épicos duelos de sables.
Con «Star Wars: El Despertar de La Fuerza» pasa algo muy curioso, y es que tiene más sabor a remake y reboot que a parte de la saga misma. El director (J.J Abrams) logró introducirnos de nuevo a este fantástico universo al llenar la película de referencias, y nos lleno de sentimiento el hecho de ver a Harrison Ford, Mark Hamill y Carrie Fisher,en sus papeles originales como Han Solo, Luke Skywalker y Leia, ahora ya consagrados como héroes intergalacticos.
Esta historia se plantea treinta años después de “Return of the Jedi”, donde una república sumamente frágil se enfrenta a la Primera Orden, un grupo de conservadores del imperio que, de manera bélica, buscan retomar el control de la galaxia con el líder supremo y la orden de los caballeros Ren a su mando. Es ahí donde entran nuestros antiguos héroes, junto con la nueva generación, de esta forma conocemos a Rey, una chatarrera muy por encima de lo común, y Finn, un soldado de la Primera Orden con un conflicto interno que lo hace desertar y ser una verdadera molestia y pérdida de tiempo en la película, personaje de relleno y parece que sólo esta ahí para cumplir la cuota de diversidad racial, como si tener gente con tentáculos en la cara no nos hiciera ver que es una saga incluyente, también tenemos a Poe, un piloto de la resistencia, condecorado por sus grandes aportes como héroe de guerra, y por supuesto, no podemos dejar de mencionar a Kylo Ren, el nuevo villano que busca llenar el vacío de poder/intimidación que años atrás Darth Vader llenaba. En este caso sólo podemos decir que es lo que “busca”, porque resulta ser más una copia vacía, sin los ideales que el lado obscuro conlleva, sólo con una mascara que desea representar algo, pero en cuanto se la quita pierde todo ese respeto y deja ver que no es más que una persona con un issues familiares muy desarrollados.
Ya entrando en detalles, esta película, como antes mencioné, es un remake de «Una Nueva Esperanza», donde un droide con información clave para ambos bandos de la guerra se extravía en un planeta inhóspito en donde encuentra a uno de los héroes de la película, después es influenciado a ser parte del combate y, en su camino, va sumando aliados para terminar en una batalla espacial donde los mismos representan la diferencia para destruir un arma de destrucción masiva (Así es, una tercera Estrella de la Muerte).
En general, pienso que Disney lo logró, hizo que las siguientes generaciones se sientan atraídas a Star Wars pero deja con mucho que desear a las antiguas generaciones. A las de la segunda trilogía, por estar acostumbrados a un desarrollo rápido y mas acción que diálogos. Y a la generación de la primera trilogía por desaprovechar la oportunidad de regresar a ese viejo ambiente donde los conflictos tanto en personajes como en la guerra misma tienen un lazo más fuerte.
Como conclusión me quedo con un sabor agridulce al respecto de esta película, creo que hablamos por varios de nosotros (los Fans) cuando decimos que con cada trilogía que sale, nos hacen valorar mucho más la primera.
