Este diecinueve de Julio Radiohead tocará en Israel y esta actuación, que aunque a primera instancia pareciera un hecho inofensivo para quien no esté informado de los acontecimientos de aquella región, está conmocionando a una gran parte de la comunidad musical, artística y en general a todos aquellos defensores de los derechos humanos al rededor del mundo. Pero cuál es el trasfondo, las posturas, los hechos. A grandes rasgos trataré de explicarles; Israel siempre ha sido un país en donde coluden tres de las religiones con más devotos en el mundo: la judaica, la cristiana y la musulmana con todo y sus incontables facciones y cómo es bien sabido no siempre de forma pacífica, hoy en día el estado Judaico es el que rige la nación encabezado por el primer ministro Benjamín Netanyahu cuyo mandato se ha distinguido por ser particularmente segmentario y déspota contra el resto de la población no judía, es decir los palestinos; estos progresivamente han sido despojados de sus territorios y desplazados a áreas cada vez más pequeñas que, para rematar, están rodeadas por muros que no sólo cumplen la función de aislarlos sino que también representan un constante recordatorio que reitera esas diferencias ideológicas, menospreciándolas de paso. Como es de esperarse en este tipo de situaciones sólo falta una persona con mente de poco alcance en el poder para que los fanáticos religiosos que lo idolatran retomen posturas supremaciastas con las minorías y justifiquen cantidad de actos inhumanos, casi como lo que pasa en Estados Unidos con el mandato de Trump, la diferencia aquí es que en lugar de defender una postura política defienden una postura religiosa, bueno eso y que Netanyahu tiene un historial militar muy largo y sus actos de segregación tienden a ser más despiadados y con mas planificación sin que le importe mucho lo que el resto del mundo opine, no como Trump, cuyas acciones cada vez se vuelven más ridículas e incluso contradictorias entre ellas.
Debido a que ha sido imposible para el resto de las naciones unidas intervenir de forma eficiente para encontrar un equilibrio justo entre las diversas comunidades, muchos representantes de diversas áreas del arte se han dado a la tarea de organizar un boicot cultural hasta que la desigualdad cesara en el país, los más renombrados son: Roger Waters (Pink Floyd), Thurston Moore (Sonic Youth), Robert Wyatt (cantante solista), Tunde Adenimpe (TV on the radio), Alice Walker (escritora), Ken Loach (director de cine) entre bastantes más; ellos han logrado que artistas de la talla de Stevie Wonder o Santana cancelen su gira prevista por dicho lugar para presionar al ministro, son ellos también los que por meses han intentado disuadir a Thom Yorke junto con el resto de la banda para que desistan y se unan a al boicot en contra del gobierno Israelí. Después de escribirles esto pareciera que sería lo más lógico por hacer, pero falta preguntarse porqué una banda como Radiohead que se caracteriza por apoyar este tipo de causas decidió ignorar el llamado de estos artistas, acaso han dejado esa empatía que solían tener por el mas necesitado a un lado y sus intereses se han vuelto meramente económicos, hay muchas especulaciones y ellos se han mantenido en silencio durante bastante tiempo hasta que hace algunos días respondieron con una carta un tweet en el que Ken Loach los afronta y en donde resumen el trasfondo del por qué de su decisión. Acá la imagen.
Ken Loach:
«Radiohead necesita decidir si están del lado del oprimido o del opresor. La elección es simple».
Radiohead
“Tocar en un país no es lo mismo que apoyar su gobierno. Hemos tocado en Israel por 20 años a través de varios gobiernos, algunos más liberales que otros. Así como en Estados Unidos. No apoyamos a Netanyahu más de lo que apoyamos a Trump, y aún así tocamos en Estados Unidos. La música y las artes busca cruzar fronteras, no crearlas, busca abrir mentes y no cerrarlas, busca compartir el sentido humano, el diálogo y la libertad de expresión. Espero eso lo aclare, Ken.”
Ahora posicionémonos del lado de Radiohead y tratemos de entender su visión, de la que sin dudarlo yo soy partidario, el boicot es un gran esfuerzo comunal por intentar un cambio y cualquier iniciativa de esa magnitud ayuda pero lamentablemente la rigidez de sus gobernantes se mantendrá intacta, su plan de antemano es no ceder bajo ninguna presión internacional, su ideología es tan hermética que no se permitirán dar un paso atrás por qué con eso bastaría para perder la credibilidad con la que tan desesperadamente se mantienen en un pueblo que lucha día a día por despertar completamente de las antiguas costumbres, lo que quiere hacer Radiohead es llevar el mensaje hasta las mismas entrañas en forma de arte y dejar que se funda con las personas que asistan y que sabrán entenderlo pero sobre todo esparcirlo, es absurdo intentar generalizar a toda una nación por las acciones de sus representantes, estoy seguro de que allí hay gente con hambre de cambio, de música, de arte, y que con el enfoque necesario puede derrocar cualquier creencia por más arraigada que se encuentre, por más imponente que parezca. La buena música no es elitista bajo ninguna circunstancia, todo lo contrario, tiene el poder de unir a cualquier persona con un sentimiento en común, que trasciende cualquier denominación; en un concierto no hay nada que una más que la pasión, el grito, la alegría, la lagrima, el salto, la evocación, la esperanza, la satisfacción de pertenecer hermanando en un mismo instante a cualquier persona que se dejé arrastrar por lo que pareciera una simple canción, un concierto tiene ese don; nos abre los ojos y nos empequeñece, nos despierta con su magnitud a un mundo enorme que no tiene la necesidad de ser encasillado por ningún delimitante, que nos reduce a una simpleza tan grata en donde todos nos podemos ver iguales, felices, moviéndose al compás de una melodía mil veces ensayada.
En un par de días se realiza el concierto y será interesante descubrir que es lo que tiene preparado Radiohead para los Israelíes, y aunque me equivoque y su intención no sea profundizar en el tema político sino meramente entretener, con saber que se han divertido a mí me basta, todos tenemos la libertad de hacerlo con nuestras bandas de elección y sobretodo a crear algo grandioso con ese impulso que prevalece.
Por Armando Castillo
