El género del terror es tan amplio y basto que el intento de hacer un conteo resulta algo complicado. Hay infinidad de tipos, estilos y sabores, algunas son reliquias que han quedado en las pesadillas de los aficionados del género y otras en el oscuro olvido.
A continuación te dejamos un top, con algo de cliché, para que puedas ver este puente Halloweenezco.
Rosmary’s Baby (1968).
Un año antes de la gran tragedia que rodeo al director Roman Polanski (Chinatown, The Pianist), se vio envuelto en gran polémica con Rosmary’s Baby, debido al ocultismo en que se desarrolla la trama, la cual está basada en la novela homónima de Ira Levin. Los rumores aseguran que el filme fue la principal causante de la matanza ocurrida en la mansión de Polanski, organizada por el misterioso Charles Manson.
Alien (1979).
Obra prima del prestigioso director de la ficción Ridley Scott (Blade Runner). Alien: El Octavo Pasajero muestra lo mejor de cada uno de los dos géneros que abarca; el terror, por conocer o invadir una nueva tierra, y los grandes efectos visuales que debe contener una buena película de ciencia ficción. La saga de Alien perdió su rumbo para las consiguientes secuelas, hasta 2012 cuando Scott retomó la batuta e hizo las precuelas Prometheus (2012) y Alien: Covenant (2016).
The Shining (1985).
Película basada en la gran obra literaria del maestro del terror Stephen King. Para King el largometraje no estuvo al nivel de su libro, para la gente normal y sin escrúpulos, es una de las mejores cintas de terror en la historia. La innovación y perfeccionismo de Stanley Kubrick (A Clockwork Orange, Dr. Strangelove, Full Metal Jacket) tuvo lugar en cada una de sus cintas, pero en The Shinning, la perfección casi enfermiza fue la clave fundamental en el desenvolvimiento de los personajes, Kubrick hizo sentir a la localización que en verdad estaban habitando con un loco.
Eraserhead (1977).
La película de culto del surrealismo por excelencia, dirigida por David Lynch (The Elephant Man, Dane, Wild at Heart) muestra un abstracto manejo de escenas oníricas y perturbadoras que dejan a la mente divagar a lo largo del filme. Lo cual es un sello distintivo en la carrera cinematográfica de Lynch.