Hola amigos caperuzos les hemos preparado a manera de retrospectiva una lista con algunas de las bandas que nos han sorprendido a lo largo de este año, diez consolidadas y diez emergentes (aclaro que no hay orden alguno ni favoritismos en la lista, todas y cada una de ellas nos han aportado algo distinto y único); en este post les compartimos diez bandas ya establecidas en la escena que nos han dejado más que complacidos para que ustedes las descubran o las redescubran junto con nosotros, y disfruten de una buena sesión de excelente música variada sin interrupciones para que las combinen con sus actividades diarias. Pónganse cómodos y denle play, no se van a arrepentir.
Morrissey: La primera edición del Festival Roxy nos trajo muchas sorpresas, su organización estuvo a la altura de otros festivales con más antigüedad (a excepción de la escasez de cheve), Morrissey no fue una de ellas; ya de antemano sabíamos el potencial que se ha ido construido este artista para deprimirnos con toda la elegancia del mundo, y bueno así fue, una experiencia catártica que disfrutamos mientras probábamos nuestra valentía aguantándonos los tremendos lagrimones.
Tortoise: Esta banda la vimos el segundo día del Nrmal ya con la noche bien entrada junto con varios litros de cerveza; una combinación de post rock con cualquier género que a los integrantes se les diera la gana, así de talentosos y cabrones son; una presentación inolvidable que iba ascendiendo con cada canción y que acabó en un total frenesí instrumental para nuestro deleite.
Die antwoord: Pueden decir lo que quieran sobre esta banda sudafricana e incluso repudiar su música usando todos los argumentos posibles pero la verdad es que en el escenario son unos monstruos con la habilidad de contagiar a toda la audiencia con ese salvajismo crudo y transgresor, al final uno ni se ha percatado cuando ya se está inmerso en ese bacanal musical en donde perderse en la euforia está más que permitido, así nos dejamos poseer sin culpa en la pasada edición del Revolution fest.
Bomba estéreo: Ah pero qué buen bailongo nos reventamos en el pasado L4tido con bomba estéreo, a pesar de que la mayoría del equipo de Caperuzo estamos más tiesos que un tronco, seguramente algunos de ustedes también estuvieron allí desempeñándose mucho mejor que nosotros. Desde Colombia hasta la sierra Guanajuatense aquella noche tropical nos dejó muy cansados pero con un excelente sabor de boca.
The killers: También pudimos ir a Monterrey al ‘Pal norte’ y ver a ‘los asesinos’ de nuevo, y a pesar de que ya son clientes frecuentes de los festivales mexicanos no dejan de sorprendernos con su capacidad de reinvención y el entusiasmo que desde siempre han tenido en los escenarios y créanme suenan mucho mejor con una tecate bien fría en la mano.
Placebo: Unas horas antes de ver a Morrissey en el Roxy fest pudimos colarnos en el escenario hasta llegar casi al barandal para ver a estos ingleses y darle rienda suelta a la melancolía, sólo que en esta ocasión de una forma más estridente y brutal; esa desesperación transformada en melodía y letras angustia tes fue una de las mejores maneras de descomponerse intencionalmente y dejar todo el estrés de la rutina en aquella multitud eufórica.
Foo fighters: Nuestro rebelde corresponsal ‘Panqué’ Ortega por una serie de improbables coincidencias pudo colarse a un costado del escenario en esta edición pasada del Corona Capital, en lo que se convirtió en una de las mejores vistas en las que nos hemos podido colocar en nuestra modesta carrera; y sólo por esa razón amerita estar en este conteo (ya sé, ya sé, obviamente también cuenta su enorme trayectoria y renombre a nivel mundial).
Interpol: Estos caballeros de Nueva York se han ido refinando con los años haciéndose cada vez más reservados en sus presentaciones pero otorgándonos a cambio esa casi perfecta sincronía que los distingue en estudio, verlos en vivo supera cualquier expectativa previa, cada nota tiene esa capacidad de envolvernos en ese ambiente lúgubre. Fue revitalizante ver cómo miles de personas se unían en esa ola hipnótica por más de hora y media en el Coordenada 2017 como buenos y fieles adeptos de la oscuridad.
Los auténticos decadentes: en la misma edición del Coordenada después de un día muy cansado y atravesado por una pálida que me estorbaba para entregarme debidamente a las presentaciones me convencieron de ir al escenario en donde iban a tocar los auténticos, y en verdad que cuando puse un pie allí me empecé a sentir mejor; tanta energía en un solo lugar era absurda, no conocía más que las canciones más famosas pero presenciar a todos los integrantes deshacerse en el escenario y mejor aún a toda esa gente enloquecida haciendo slam, corriendo sin playeras, riendo, gritando, bailando hizo que para mí fuera uno de los momentos más icónicos, inesperados e incluso sanadores del año.
Sigur Rös: Voy a dejar la objetividad a un lado en estos párrafos para confesarles que éste fue el concierto más jodidamente bueno que he presenciado en el año, probablemente uno de los mejores en mi efímera existencia, ya los había visto en un corona hace no sé cuántos años pero en esta nueva gira pudieron lograr una claridad en su presentación que sin aparente dificultad contagiaba una lucidez que en contadas ocasiones he podido sentir con la música, y no sólo yo, se sentía yendo el ambiente con esa magia haciendo sus estragos; fue una experiencia conjunta inigualable, su música tiene una capacidad casi inexplicable para transportarnos por un mundo onírico y frágil y las visiones que se nos ofrecían completaban ese viaje de manera totalmente emotiva; mucho lloriqueo y una sensación de calidez que aún puedo rescatar, eso fue lo que me dejó ver a estos islandeses hace más de ocho meses.
Por Armando Castillo