Optar por la lectura es ponerle pausa al momento actual y ganar un respiro, puedo afirmar que esto es algo cierto, sin embargo, además de ser una distracción para nuestra atención, leer es un camino real hacia nuestro interior que siempre resulta placentero. En algunas ocasiones, el autor logra mover dentro de nosotros fibras que nos llevan a experimentar, a cuestionar, a sorprendernos.
Hoy quisiera detenerme un instante, sólo un momento para presentar una gran obra de un reconocido escritor ‘Ensayo sobre la Ceguera’ de José Saramago. En este caso, mi curiosidad por conocer este libro despertó al escuchar una entrevista que le hicieron al autor, gracias a ello.
Comencé a leerlo de inmediato al salir de la librería y debo confesar que nunca, nunca lo solté hasta que estuvo terminado. Es un libro que me marcó por muchas razones pero la más importante es que detonó en mí la sorpresa de encontrar en la naturaleza del ser humano, su actuar y su pensar una gran trampa para con los demás: el miedo y el egoísmo.
En esta historia poco real, encontramos escenarios que se repiten a diario, me refiero al daño entre seres humanos. Esa manera incorrecta, irreflexiva y cruel en la que nos tratamos unos a otros ante un momento de duda y temor. Intentando ir un poco más allá, me atrevo a calificar, que el autor logra mostrarnos, arrojarnos a un espejo cruel y descubrirnos juzgando a otros, respaldados en la mentira a uno mismo y actuando en consecuencia. Ese, supongo, es el peor de los caminos.
Tiempo después, me alegró disfrutarla en la sala de un cine; considero que en la película se logra rescatar una parte de su esencia, sin embargo, en el texto cada una de las palabras que contiene es necesaria.
Dejemos que la ficción de una historia de caos, abra paso a una mejor realidad, apostemos por vivir en armonía de una manera compasiva y verdadera, hoy puedo sin lugar a dudar recomendarles a Saramago y su Ensayo sobre la Ceguera.
Por Elisa de la Isla.