Hace cuatros años cuando se lanzó el primer póster de «el despertar de la fuerza» hubo mucha gente que me recriminó por qué en aquella publicación aseveré que «faltaba un año para que Disney destrozara la franquicia», evidentemente equivoqué porque aunque el episodio VII era un remake de «una nueva esperanza» funcionaba y tenía grandes momentos al mero estilo Lucas.
«Rouge One» tomando en cuenta el último gran hito de la saga creada allá en el lejano 1977, porque a pesar de lo que digan los más asiduos fans el episodio VIII peco de insípido y faltó de trama, si bien existe ilación entre el VII y el VIII termino quedando a deber a la audiencia que hizo a Star Wars la franquicia que es.
Con todo este preámbulo llega «Solo. Una historia de Star Wars» que perdón pero es una frenta a todo lo conocido de Han Solo hasta el episodio VII, lejos de ser una película bien contada y que explicara algunos vacíos en la historia original es más una ridícula excusa para vender mercancía por parte de la casa del ratón, si bien en «last jedi» había incongruencias se entiende que en la siguiente película tuvieran explicación. Acá nos enfrentamos con un protagonista que carece de todo el carisma que gozaba Harrison Ford en la trilogía original, con situaciones sosas y en ocasiones carentes de sentido van rellenando eso huecos que existían sobre lo que el propio solo relataba en el episodio IV, V y VI, lejos de ser un spin off parece más un intento de presentarnos a un joven e inexperto Solo que en situaciones fortuitas se va haciendo el personaje que conocemos, pero ni siquiera llega a eso durante el desarrollo de la película, de Emily Clarke ni hablamos, podría decirse que lo único rescatable de toda esta oda a los fans from hell de la saga es el Wookie más famoso de la galaxia(no Silverio).
No quiero ahondar más por qué tendría que ser preciso en con spoilers, si usted no se considera un seguidor de Star Wars de cepa puede disfrutar la película como una más de la larga lista que Disney tiene planeada, en caso contrario sea consciente de puede pasar un mal rato y hasta sentirse robado por todas las imprecisiones ya mencionadas.
Texto: Jesús Ortega