El caballero de la noche II: La construcción del caos
Sobre la mitad de 2006 se dio luz verde a la secuela y David S. Goyer ahora no tenía dónde meterse para hacer un borrador recordando que el «boceto» de Batman Inicia lo escribió en la cueva que usaban como set para la serie de Adam West. Primero se pensó en un Joker que desfiguraba a Dent sobre el final del filme para dar pie a la tercera entrega, afortunadamente el y los Nolan desecharon esa idea. Finalmente «The Killing joke» y «Long hallowen» fueron inspiración para el libreto, fue entonces el momento de poner a jugar las piezas de ese rompecabezas. Comenzamos con Christian Bale quien nos presentó un Batman más franqueable, de Aaron Eckhart era difícil esperar algo peor que lo hecho por Tommy Lee Jones en Batman Forever. Para los que leen al Vigilante Murciélago el mordaz pero entregado Alfred de Michael Caine no debió sorprender a nadie; Morgan Freeman optó por el paternalista pero analítico Lucius Fox. Aquí hay que hacer un paréntesis porque si bien sabemos Rachel Dawes no es un personaje recurrido en el universo Batman, Katie Holmes dejó un precedente bastante fuerte y tenaz del personaje, Maggie Gyllenhaal optó por adecuarse a lo que se había hecho y respeto el trabajo de Holmes, llevando a Bruce Wayne al estado más humano posible.
A Heath Ledger se le tiene que mencionar como un punto y aparte en la película. Alex DeLarge, Francis Bacon y el Joker de Alan Moore fueron la base donde se sentó este mítico arlequín, Nolan expresó a Ledger que esperaba más un psicópata que a un gánster, primero fue la voz, luego los ademanes, la posición, el parado, la anatomía de este Joker era sencilla, en un mundo violento, lo único que puedes hacer es hacerlo arder hasta las cenizas, mención aparte que la máscara que usa durante la primera escena es un homenaje al Guason de Cesar Romero.
«Si eres bueno en algo nunca lo hagas gratis»
Joker tuvo una fuerte presentación ante la mafia de Gotham, la historia de sus cicatrices tienen una referencia a la serie animada de los 90’s. Heath Ledger se sumergió en un personaje completamente desequilibrado alguien que no tenía alias ni antecedentes, alguien que no podía perder nada, alguien que podría destruir todo por el simple hecho de poder hacerlo, piromaníaco, psicótico, sociopata y perturbadoramente violento, así con unos zapatos sucios y un maquillaje corrido destruyo moral y emocionalmente a sus contrapartes.
La psicología del miedo empleada para elaborar su personaje terminó siendo un factor determinante para el actor, dice mi maestra de actuación que los personajes mal trabajados se comen a las personas en más ocasiones de las que nos enteramos, en «I am Heath Ledger» se disipan las dudas sobre la influencia del personaje en el actor, Ledger nos regaló su mejor actuación con el príncipe payaso de Gotham.
Muchas fueron las quejas sobre el casting de Ledger como el guason, quedo más que demostrado que Nolan no se equivocó, el propio Heath Ledger una noche antes de su deceso compartió con su hermana que había sido una de las mejores experiencias de su vida.
In memoriam Heath Andrew Ledger (1979-2008)
Texto por: Jesús Ortega