Una montaña de emociones es la mejor manera de describir todo por lo que los seguidores de The Gathering hemos pasado a través de su larga carrera. En lo personal, oír en el 2007 que Anneke van Gierbergen dejaba la banda destrozó mi corazón, pero lo peor de esta separación fue que la banda daba pocas señales de vida después del suceso. En el 2009 The Gathering finalmente regresaron tras reclutar a la cantante de Octavia Sperati, Silje Wergeland, lanzando la obra maestra The West Pole. Todos fuimos felices por un tiempo, pero en el 2014 ocurre lo inimaginable: la bajista Marjolein Kooijman abandona The Gathering y, subsecuentemente, la banda anuncia no una separación, pero sí una hibernación de tiempo indefinido. Sin embargo, nuestras preocupaciones sobre el significado de “tiempo indefinido” se volvieron mayores cuando al año siguiente René Rutten, guitarra y mente maestra de The Gathering, anuncia un nuevo proyecto junto con Hans Rutten, baterista de The Gathering. La nueva banda es llamada Habitants.
Aunque deberíamos estar contentos de oír nuevo material de la mano de René Rutten, muy en el fondo muchos tuvimos esa sensación de desolación, ésa misma de enterarte que tu ex, a la que le deseaste lo mejor en su despedida, ahora tiene efectivamente nueva pareja. Los comentarios agridulces en el post de The Gathering presentando a Habitants mostraban dicho sentimiento: “¿Es éste el fin de The Gathering?” preguntaban los fans preocupados. Afortunadamente, el año pasado The Gathering anunciaría su tan esperado regreso, y lo hicieron trayendo al bajista original Hugo Prinsen Geerligs de regreso en la alineación.
Pero, ¿quiénes son en realidad Habitants? La banda, por supuesto, no terminó con el regreso de The Gathering, sino que lograron coexistir paralelamente. Al igual que muchos músicos afortunados, René Rutten tuvo el privilegio de formar una banda con su esposa, Gema Pérez, quien no sólo funge como guitarrista de Habitants, sino que además participa en la composición de la música. Creo, sin estar 100% seguro, que Gema Pérez es latina: en “Solace” del ahora legendario disco Home (2006) de The Gathering, no es Anneke con un perfecto español, sino Gema Pérez quien brinda las palabras habladas en español que se oyen al inicio del track. Al micrófono de Habitants se encuentra Anne van den Hoogen del elegante y emotivo proyecto Rosemarie & Garlic. Anne no es desconocida para los fans de The Gathering, ella es la hermosa voz que suena en “Capital of Nowhere”, mi canción favorita de West Pole.
Una probada de la propuesta de Habitants fue revelada hace ya tiempo, en el 2016, cuando la banda entregó el sencillo “Meraki”. Sin embargo, poco se sabría del proyecto durante el 2017, mientras The Gathering volvía a la vida. Finalmente en Junio de este año Habitants lanza de manera independiente su debut One Self y he de decir que, a pesar de que ya había oído “Meraki” dos años atrás, estoy completamente sorprendido con la perfección de One Self.
Aunque el doom metal es mi música favorita, cuando me preguntan cuál es mi disco favorito de The Gathering, mi respuesta no es …Always (1992), sino Home, el cual es, en mi opinión, el disco más obscuro que la banda ha producido en su larga carrera. Y, aunque no seré del agrado de los políticamente correctos millennials, me atrevo a comparar el sonido del debut de Habitants, One Self, con Home. One Self tiene ese sentimiento de melancolía y tristeza, pero a la vez algo de esperanza, muy al estilo del sello distintivo del Just for a Day (1991) de Slowdive (en términos emocionales más que musicales). One Self es un disco lento, altamente atmosférico, a veces un poco experimental… Sí, me perdonarán por la comparación pero esta descripción es muy similar a la que daría si me pidieran hablar sobre Home. Pero esto son buenas, muy buenas noticias para los que fuimos marcados por tan importante disco.
René Rutten y Gema Pérez brindan una gran cantidad de texturas con sus guitarras las cuales construyen la mayor parte de la obscura atmósfera de One Self. Un gran número de efectos generados por sus nada sencillas pedaleras pueden escucharse a través del disco. Podría decirse que Habitants es una banda menos pesada que The Gathering en términos del sonido de las guitarras. En Habitants éstas siempre preservan su carácter atmosférico, pero debo advertir que no se llega a un sonido etéreo al estilo de Autumn’s Grey Solace, por ejemplo. Más bien me atrevería a poner a Habitants del lado de bandas como A Whisper in the Noise, This Empty Flow, Gazpacho o Anathema aunque únicamente en su A Natural Disaster (2003). En estos ejemplos así como en Habitants, las guitarras varían un poco más y es ésa combinación de shoegaze y guitarras limpias la que se encarga de consumir por completo al oyente, creando la más bella de las atmósferas. Para un efecto aun más fuerte, Habitants agrega sintetizadores e inclusive una trompeta, elemento que René ya había explotado en el single Heroes for Ghosts (2011) de The Gathering.
La elegante y melancólica voz de Anne adorna One Self y encaja a la perfección con el propósito de la música. En el tema de la voz quisiera mencionar un comentario que en una ocasión leí en una severa crítica a la ahora desaparecida banda finesa Cassie. Cassie tocaba post-rock, pero lejos de ser instrumental la banda tenía una cantante con una dulce voz que fácilmente encajaría en una banda pop. El reviewer argumentaba que en géneros como el post-rock y el shoegaze las voces deben utilizarse como un instrumento y deben ser etéreas, muy al clásico sonido de Slowdive y Sigur Rós. En mi opinión ésta es una idea errónea, y una clara prueba es Habitants, donde puede oírse cómo Anne siente cada palabra que canta y refleja gran pasión en su voz, logrando efectividad en encajar con la naturaleza obscura de la música.
Sobre los highlights de One Self me atrevería a decir que cada canción es impecable. La composición es verdaderamente sofisticada, no en términos de complejidad en la ejecución, sino en la forma tan natural en la que cada canción evoluciona y tiene sus melodías que son difíciles de olvidar una vez que el disco deja de girar. Inclusive, a pesar de la constante obscuridad que se respira en One Self, no todo el disco es tocado a tiempo lento, echen un oído a “Soul Traveller” la cual es inclusive bastante pegajosa al igual que “Jupiter”, verdaderos earworms. Haciendo un gran contraste con “Soul Traveller” está “Magnol”, probablemente la canción más atmosférica del disco, con fuertes y majestuosos teclados y la hermosa voz de Anne dirigiendo al oyente. Por su parte “Vince” es la clásica balada a piano y voz que cierra con broche de oro el disco.
One Self debería tener una etiqueta que dijera “Para mejores resultados escúchese a altas horas de la noche o antes del amanecer”, y es que éste es uno de esos discos, perfectos compañeros para un viaje nocturno. Pocos músicos son capaces de hacer lo que René Rutten nos ha entregado en One Self, un músico con una larga carrera (el año que viene The Gathering celebrará su 30 aniversario) que después de tantos años continua produciendo música con gran honestidad y naturalidad y que además resulta ser efectiva en su cometido. En verdad creo que es complicado escribir un disco en el que básicamente cualquier canción podría ser un single. One Self es uno de esos discos que uno presiona el botón de play y no vuelve a tocar ningún botón hasta que termina. Pido disculpas por hacer mucha comparación entre Habitants y The Gathering, pero les aseguro que ningún fan de The Gathering se sentirá decepcionado cuando escuche esta obra maestra llamada One Self. Esperemos Habitants continúe adelante como banda pues el resultado que han mostrado aquí es simplemente impecable.
-PABLO CUSTODIO