Últimamente las cosas han estado tensas. ¿Será por el diario convivir con la gente? O es acaso el caos en el que vivo constantemente lo que me ha quitado las ganas de vivir, o no las ganas, si no que la decepción del mundo me ha hecho indiferente ante sus demandas, sus criticas, sus sueños, ante su constante necesidad de mostrar su ego al mundo como si de un pavorreal se tratara. Intentas cambiar el mundo para bien o que las cosas jueguen a tu favor, a veces te sales con la tuya, a veces la gente te frustra los planes o sólo se te frustran por cualquier causa. De esos días en que quieres comer jugosa carne y sólo encuentras migajas y grasa al fondo. De esos días que te va tan mal que quisieras abrirte la camisa ante los policías y que te maten a balazos. De esos días en que tus gritos de furia son escuchados por los sordos y solo se acumulan en silencio, ahí, sí claro, en el corazón que bombea sangre de manera inútil, viviendo como momia, consciente con ojos abiertos y sin poder moverse ante estímulos externos durante los eones en un puto sarcófago. De cuando quieres todo el mundo en el bolsillo y cuando quieres desechar todo tu enojo en la letrina llamada humanidad, todo al mismo tiempo y nada a la vez. Quieres todo y no quieres nada, a la vez y en pausas o sin ellas. Camina el sendero que tienes trazado, construye vida o destrúyelos a todos, o ambos o ninguno a la vez o en pausas, al final todo es cuestión de elegir.
Si te sientes así y te identificas, tira la toalla y chingue su madre lo que digan los demás, vuélvete egoísta y muere o desaparece. Rechaza credos y religiones y cultos paganos; son simples productos. Mira como todos pelean su eterna batalla del bien contra el mal queriendo adjudicarse algo tan banal como la razón y la superioridad. Solo mira y decepcionate, entristece, muérete y acepta tu destino que es el olvido. O sólo vuélvete indiferente y mira arder el mundo sin emociones, sin juicios buenos o malos que emitir, sin acciones benéficas o perjudiciales para todos. Vuélvete el villano, para que duden de tu bondad, porque hasta el más casto y puro ser humano, está enfermo y podrido por dentro. Unos más que otros. O siendo villano, trata de componer el mundo para bien bajo cualquier costo, ya que «el fin justifica los medios». Así podrás buscar la nada en el fin del mundo… y si la encuentro, jamás volveré. Ahí debemos permanecer y entregarnos con locura, a las mieles del olvido. Siempre sumido en mi propia locura y miseria, yo soy el dueño de mis desvaríos en un mundo donde a nadie le pertenece su psicosis, personal y/o colectiva. Mentes brillantes pensando como manada… ¿dónde está su supuesta postura de educar y hacer el bien, de querer verse diferentes? ¿Dónde?
Que lástima… todos compartimos la muerte y nadie comparte la vida, sumado a que solo atinas a darte cuenta que «es triste ver pasar el tiempo».
Y aún sabiendo esto, siguen depositando la esperanza en el bien y otros en el mal.
Yo sólo sigo viviendo bajo las reglas del azar, en la zona gris del corazón. Donde puedo ser PURO, NEUTRAL, IMPARCIAL, SIN PRINCIPIO NI FINAL, SIN PENA NI GLORIA, GRISÁCEO, NI MUERTO NI VIVO EN LA NADA.
Escuché alguna vez por ahí (adoptando la frase como mía):
«NO DESTRUIRÉ EL MUNDO PERO NO TENGO LA OBLIGACIÓN DE SALVARLO«.
Por Exmortem