Parece que fue hace 1000 años cuando la gente no tenía que
sustentar su inclusión por ver una serie, breaking bad terminaba y
todos estábamos a la expectativa de cómo nos contaría el final de
las desventuras de Walter White, por aquel tiempo también hubo
una retrospectiva de cuál era el lugar de la serie en la historia, se le
comparaba con “Mad Men”, hubo quien lo hizo con “the sopranos” y
“Lost” pero lo de Breaking Bad fue de epopeya.
Ahora bien después de ese golpe tan contundente en la televisión el
público se quedó esperando el siguiente gran éxito, por ahí
“Spartacus” logró hacerse notar pero los infortunios adelantaron su
final, al tiempo HBO apostó por una historia que digan lo que digan
tiene “Lord of the rings” por todos lados George R Martín le debe
todo su éxito a lo hecho y establecido por Tolkien en su obra escrita
y en sus adaptaciones al cine, la realidad es que GOT en sus
primeras dos temporadas careció de intensidad pero tenía buenas
tramas así poco a poco se fue haciendo de la atención de los
espectadores, para la tercera le dio un toque de crudeza y
contenido adulto que llamó la atención de la mayoría y ahí fue
donde explotó todo, la serie tuvo momentos de acción explícita la
narrativa se mantuvo así hasta que se volvió predecible, quien sabe
si fue culpa de los escritores o de Martín por no terminar los libros,
en la séptima la locura por la serie se desbordó pero el contenido
empezó a decaer en su calidad, aquí hay que dejar claro que
aunque la historia flaqueó los efectos especiales siempre estuvieron
a la altura. Y bueno lo de esta última temporada es para el olvido
aquí parece que le dio mal de “Harry Potter” por qué se parece a los
últimos 15 minutos de la cinta, cosas sin sentido los personajes
haciendo cosas que por su construcción a lo largo del tiempo no era
pensable que hicieran, capítulos desperdiciados y un argumento
que se fue deshaciendo, desluciendo y derruhuiendo, al final imperó
la falta de elocuencia y culminó en un insípido capítulo que a todos
se les va a olvidar.
GOT tuvo varios errores al correr de los años pero el peor fueron
sus acérrimos fanaticos que perdieron todo sentido de la realidad a
medida que crecía la audiencia la serie iba a la baja, por eso se le
compara con los que marcaron la historia de la televisión como
“Mad Men”, “Breaking Bad” y los mismos “Sopranos”, al presentarse
en el formato clásico semanal televisivo se le puede comparar con
las series mencionadas, pero siempre careció de identidad propia,
queda de reflexión que habría sido de las demás series si hubieran
tenido la maquinaria de la redes sociales a su servicio, así como
hizo función con GOT.
