Fue la noche esperada para seguir dándole el apoyo al talento mexicano. Una amiga que encontré justo antes de la presentación de la banda telonera, me habló de su experiencia paseando por París, y la sorpresa que se llevó cuando un tipo alemán le presentó a Clubz. Transmitiéndole la emoción efervescente del post pop que emiten sin fronteras los chicos de la banda, pues han tenido un gran avance en el mundo de la buena música mundial.
Evento que se alcanzó a concretar gracias a la productora de RC Projects y a los apoyos del foro Roswell. En nombre de la búsqueda melómana que se apoderó de mis jóvenes vecinos, hizo que el bar Rey Compadre se convirtiera en el centro de atención en la ciudad de León, Gto.
Tenía mucho tiempo que no venía a este lugar y parece que los años le han sentado bien. Al fondo sobre el escenario se lucía una media carpa para amplificar el sonido sobre el publico que poco a poco se iba juntando. Fuera de la zona de interacción, había un descanso con sillas y mesas para tener un acceso practico a la barra que se encontraba justo enfrente.
Debe sentirse bien abrirle a Girl Ultra, pues para empezar a calentar el ambiente entre los asistentes alternativos de la noche, se lució la agrupación local Never Been to Budapest.
Llegó el turno de la superheroína Girl Ultra = Nan de Miguel. Quien se encargó de involucrar al publico desde el principio. Cumpliendo magníficamente con su tarea de levantar los ánimos y añadiendo la calidad que faltaba en el evento. A lo largo de la noche derrochó sensualidad por todo el escenario, y aprovechó para mandar un atento saludo a Cuco de parte de la audiencia, deleitándolos con la misma canción de su colaboración “DameLove”. En la ultima rola de su repertorio nos presentó a su banda auxiliar, y también fue cuando mi colega y yo llegamos a la conclusión de que se siente más la onda R&B al escucharla en vivo. Lo cual imparte con la intención de empatizar a través del lenguaje y fomentar las costumbres perdidas mediante géneros musicales de gusto distinguido. En la opinión concurrente se notaba la desesperación al tardar mucho rato para el cambio de banda.
Pero justo a tiempo llegaban para poner la cereza al pastel y terminar la noche con la presentación del dueto directo de Monterrey: Orlando Fernández y Coco Santos. Con la batería dirigiendo el patrón al ritmo popscuro. La guitarra controlando el poder embravecido de los presentes con fabulosos toques en sintetizador, y un tercero auxiliando en el bajo. Esto era Clubz. Agrupación que se comprometió desde el 2013 a resurgir el sonido melancólico de la oleada post punk por allá a mediados de los 80´s. Añadiendo el toque milenario del nuevo siglo XXI con algo de pop depurado fuera de lo común.
Un ligero descuido causo un repentino apagón alrededor de la 1:10 am, interrumpiendo la energía de la velada, pero fue cosita de 3 min y tuvimos el placer de escuchar la canción desde el principio. En la última pieza se reunió todo el talento sobre el escenario, más unos cuantos osados del público. Fue cuando Girl Ultra aprovecho para cantar con Clubz y así regalarnos una despedida digna de ser contada. 😊
Texto: Edgar Paredes Sánchez
Foto: Armando Castillo.