Claire Denis se ha caracterizado por ser una directora diferente, retadora y visualmente abrasiva, en esta ocasión nos presenta su primer largometraje en inglés, el primer Si-Fi una historia sórdida y obscura.
Este filme abre con una toma que claramente se ve hecha en croma (pantalla verde), un ambiente sombrío y lúgubre es interrumpido abruptamente, ahí es donde partimos para contar esta historia, que a diferencia de todas las otras apocalípticas, esta vez nos retratan una realidad cruda, llena de soledad dentro de un entorno desolador en el vacío del espacio, queda bien presentado este ambiente aquí vemos cómo el protagonista (Robert Pattinson) trata de entender su realidad, una realidad de gheto donde en un estado más salvaje se intercambia a modo de trueque las drogas por muestreos, Pattinson trata de hacer entender que el bebé tiene que ser la esperanza que habrá de reivindicar la humanidad de todos los tripulantes.
La interacción entre los tripulantes/prisioneros no logra la catarsis que como punto álgido de la trama todo esto con un panorama visual que llega a ser un poco aterrador, los detalles o errores de producción dan el toque ideóneo para lograr hacer entender lo burdo y decadente que es la situación en la que se desarrolla esta cinta.
Esta vez Claire Denis narra una historia emotiva desde el punto más inhumano, condensa una historia en el espacio donde no existe el heroísmo ni la habitual relación de amor entre las personas, un guion bien contado, con una versión provocadora del espacio al que ya nos habían acostumbrado a una cotidianidad donde era un punto de referencia y salvación que ahora nos refleja qué es este vacío donde la humanidad moriría instantáneamente.
Texto por: Jesús Ortega.
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