Yo sé que hoy en día incluso hacerse de propósito en este nuevo año resulta controversial, se ha vuelto un reto mantenerse fuera de los parámetros de conducta que las redes nos exigen, en cuanto a tradiciones hay muchas que de verdad han quedado obsoletas, han perdido su significado con el paso del tiempo o simplemente su propósito se ha vuelto absurdo como es el caso de la pirotecnia, la mayoría de estos movimientos van orquestados hacia un bien común así que mientras más se unan mejor, pero también hay algunas tendencias como ésta de minimizar, por ejemplo, los propósitos de año nuevo, simplemente por el hecho de que carece de sentido común que los humanos escojan un momento en particular para aclarar e intentar implementar sus propósitos en esta existencia, si ese el caso entonces también hay que ir hasta el fondo y dudar si realmente también tiene algún sentido realizar cualquier acción que ésta genuinamente repercuta en el basto infinito que nos rodea o sí es mejor dedicarnos a la inmovilidad hasta morir en nuestra insignificancia, esto obviamente se lee muy extremista pero quiero hacer notar que aunque obviamente esta tradición escapa de toda lógica por lo menos nos sirve a algunos para mantener en forma ese delgado hilo que llamamos cordura en estos tiempos irracionales; he aprendido a la mala que la fe es algo sagrado y para algunos cuesta tanto encontrarla qué hay que ser un monstruo para ponerla en duda inclusive aunque uno se sienta moralmente elevado para cuestionarla. Yo por mi parte sí necesito de estos cambios forzados para mentalizarme cada cierto tiempo, un recordatorio de que puedo ser mejor, ha habido temporadas en mi vida en donde la he pasado totalmente inmerso en lo aspectos más depresivo de ésta, disfrutando la autodestrucción hasta que toco fondo y después como es de esperarse busco un poco de redención aprovechando cualquier indicio que se me cruce por más absurdo que éste parezca, siempre entre estos dos extremos: destruyéndome y reconstruyéndome en un ciclo que he llegado a aceptar, pero bueno lo que rebuscadamente estoy tratando de comunicar aquí es que esta vida puede destrozarnos de las maneras más terribles pero siempre me sorprende la capacidad del ser humano para aceptarlo con el tiempo e idealmente reponerse, es por eso mismo que pienso que si se te da la gana intentar mejorar y ser mejor persona a la par de estas celebraciones bien por ti, te admiro por hacerte de fuerzas y de levantarte de todo este chiquero que nos rodea, nos tocó estar en el clímax de nuestra especie y quién diga que esto no es desolador seguramente es muy bueno evadiéndose de la realidad; hay que hacer el intento, hay que darlo todo, hay que soportar, dar la otra mejilla, aprender, mandar a la chingada lo que nos detenga, ver más allá y sacrificarnos por lo que viene, hay que tener coraje para decidirse a cambiar y aún más hacerlo a pesar de que sobran las circunstancias para rendirse y conformarse con esto que nos ofrecen, con la persona que somos ahora o la vida que tenemos, yo estoy seguro que éste es su año chicos, porque bueno siempre existe la probabilidad de qué tal vez sea el último así qué hay que usar el pretexto y redirigirse sin miedo a dónde siempre han querido, sostenerse de la idea aunque sientan que les cueste la vida y contribuir a que esta realidad en general sea un poco menos dolorosa para ti primero y después para los que importen.
Pareciera que esto es sólo una queja y puede que sí pero quiero llevarla va más allá, no dejen que nadie ni nada cambie la mentalidad que se van construyendo, es esencial que se encuéntrense a cómo dé lugar y si es que lo logran enséñenos a los que todavía estamos luchando todos los días por encontrarnos, les deseo que no se les agoten las fuerzas ya verán que llegará el día en el que estarán orgullosos de todo lo que pelearon para llegar a donde estarán, así que ¡salú! Y a darle a lo que sigue.
Por Armando Castillo