Para conmemorar el reciente natalicio número 34 de Alex Turner (vocalista/líder de Arctic Monkeys). Quiero manifestar la decepción que sufrí cuando empezó a surgir un notable cambio en su música. Cambiaron los sitios en dónde se presentaban. Incluso, el lugar de residencia de la banda entera y hasta su estilo de peinado. Hace 10 años, en 2009-2010 Turner tenía 24 años y yo tenía 17. El año anterior habían lanzado al público la obra maestra en DVD: Arctic Monkeys Live At The Apollo. Con palominas, caguamas y marihuana. Mi novia y yo, éramos los más felices frente al televisor.
Más adelante sacaron el álbum; Humbug, y aunque empezaba a notar una transformación en sus ritmos llenos de misterio, no dejaba de tener fe en ellos. El próximo año vinieron a México (2010), con una desastrosa presentación en CDMX y otra bien a gusto en Guadalajara. Nosotros fuimos a Guanatos y nos pudimos meter hasta los pies del escenario. Después de dos años, en el otoño del 2011 sacaron el Suck It and See, y ni con su“Brick by brick” provocaron cosquillas en mis demonios como antes. ¿Qué habrá pasado en la banda para que perdiera su toque característico?…
Desde que sacaron a la venta el Humbug, el mismo Alex, notificaba a los medios.
-Pues, fíjate, hemos perdido muchos seguidores, porque no les gusta el estilo del último álbum. Pero supongo que hemos ganado nuevos adictos -se ríe-, como tú.
Pues creo que así es la vida. Yo era uno de esos seguidores que prefería su esencia inglesa original.
El 07 de noviembre del 2017, se publica una nota en NME.com, sobre el ex líder de Oasis, Liam Gallagher criticando el acento estadounidense de Alex Turner. Pues se había mudado a Los Ángeles después de recibir ganancias del Suck it and See. Para que todos los discos, de ahora en adelante, tuvieran una inclinación a las chaquetas de cuero.
Pues lo único que tengo que decir es que gracias a su “americanización”, rompieron mi corazón. Antes de irme les dejo lo mejor de Arctic Monkeys (para mí).
Bye.