El cuarteto de Buenos Aires, presenta 5 tracks contundentes, que marcan un camino de sonidos elegantes y explosivos.
Si pudiera definir lo que se respira en el ambiente de mi día a día es la incertidumbre, todo es tan frágil y de un momento a otro el entorno cambia. Cuando menos lo espero y quiero, tengo que comenzar a adaptarme otra vez a los nuevos escenarios, pareciera que este 2020, viene disfrazado de un enorme signo de interrogación, que a la fecha nadie ha podido descifrar, pero sí retratar, a veces sin intención, de manera genuina los elementos coinciden y se vuelven un enorme tesoro que tal vez solo es el resultado de algo que siempre ha estado escrito, justo como los protagonistas de esta nueva historia en la que estamos por adentrarnos, y que envuelve al cuarteto argentino Las Armas Bs. As.
Era el mes de abril, cuando la agrupación de Buenos Aires, decidió no dar marcha atrás en la publicación de su nuevo EP «Incógnito», si bien el panorama no era el más claro (al igual que ahora) los sudamericanos mostraron más que agallas y se aventuraron en esta marea irresoluble. Con la seguridad que da el contar con un trabajo sólido, conformado por 5 potentes tracks, en los primeros días de abril del presente, dieron luz a este seductor contraste de sonidos, que hoy se ha convertido en un indispensable para vivir el soundtrack alternativo de este tormentoso y reflexivo veinte veinte.
Las Armas Bs. As. logran alcanzar la virtud de llevar la intimidad del ruido y el silencio a lo etéreo, música de texturas envolventes que amplifican este manifiesto post moderno, complementado por riffs y guitarras candentes que van papaloteando de track en track con total libertad, permitiendo a quienes escuchamos, el regocijo de principio a fin.
«La Habitación II» es el preámbulo, la seductora invitación comandada por un juego nutrido entre guitarras, bajo, batería y una voz que taladra y convierte la miscelánea sonora, en un adictivo movimiento de melena que danza de un lado a otro. No te has dado cuenta pero ya nos tienen donde ellos quieren, así como funcionan las buenas drogas. «El Genio» llega más analítico y pausado, el tempo que brota entre guitarras y batería es el aliado del disfrute, cómplice de la sensualidad desbordada. Aquí es el momento de soltar el cuerpo y dejar llevar todo hacia dónde la música quiera.
Un pasaje de alto calibre instrumental surge en «La Prensa Rosa», sonando un poco más agresivos y directos, Las Armas, dejan la discreción para otra ocasión y nos sumergen en un mano a mano de texturas crudas y furiosas, que lamentablemente duran casi lo mismo que un suspiro. «El Hit del Verano Anterior» de entrada disminuyó las revoluciones en las que veníamos avanzando, el descenso es inevitable, sin embargo, esto hace lucir como nunca las figuras de un bajo que no deja de danzar, alma y corazón en cada segundo de esta canción, que pacta con nuestros oídos, un emblemático clímax auditivo.
Para cerrar esta odisea sonora, «Sofá», llega a la carga, durante tres minutos y diez segundos, una obra compacta, que cerca del final escurre sus guitarras con una gloriosa parsimonia que recae en los tímpanos. Es indispensable abrir un espacio relajado en la psique, para dejar correr esas cuerdas afiladas que dan el empujón final hacia los terrenos de lo desconocido, explosivo y efímero.
Así llegamos al destino, el silencio vuelve a su naturaleza y nos recuerda que nada está escrito, que todo es incierto, y todos, al menos por ahora, volvemos a ser un momento en incógnito.
Las Armas Bs. As, es una banda argentina integrada por Pinky en la batería, Lucas Gregorini, tomando el control de guitarras y coros, Longa, fluye en bajo y coros, finalmente Mister, porta la guitarra y es la voz principal de la agrupación.
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Texto: @Manenzio_