Con cada sencillo que sacan las Mentiras Cotidianas es más sencillo irse sumergiendo en ese universo de baladas transgresoras, baladas que dañan no sólo en la metáfora de los acostumbrados paisajes mentales sino también con el chirrido y la estridencia, una nueva era en dónde la desolación basta para equilibrarse con cualquier avalancha de sonidos por abrumadores que estos parezcan.
A Bangladesh, quién es el autor detrás de las mentiras cotidianas, lo conozco por tener talento para desenvolverse y disfrutar de lo atascado en la vida y en la música; punk pero existencial, una rara combinación que eventualmente desembocaría en la creación de estas canciones que anteponen ese par de ‘vertientes’ y que a fin de cuentas no son tan distintas porque comparten una meta en común: la devastación personal e idealmente también la de quien se pueda identificar con sus creaciones.
‘Volver’ parte de esa primicia, una búsqueda que no deja de movernos, viciada por el constante absurdo que muchas veces es intencionalmente echado a un lado, aquí en cambio se siente desde el principio con el sonido de la voz desde detrás y en el desquicio intermitente de instrumentos entre los coros: balada, grunge y tristeza mezclados en poco más de dos minutos, una canción sobre la derrota y los derrotados que sentirán honesta, en un estilo que no importa tanto definir porque a pesar de que pueda leerse contradictorio todos los elementos nos conducen al mismo lugar; a escarbar en ese agujero familiar dentro del pecho.
Acá les compartimos sus redes.
Por Armando Castillo
