En La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez: Territorio, soberanía
y crímenes de segundo estado (2013); Rita Laura Segato (1951), narra los hechos ocurridos durante un foro de feminicidios en aquella ciudad fronteriza, cuando la televisión censuró su ponencia (2004): por el control entre el capital y la muerte que simboliza el poder económico y el control de los cuerpos que se relacionan en la ciudad; dominio por el que los asesinos pueden refugiarse a través de un código entre las altas esferas, como el resultado de la relación entre la globalización y el neoliberalismo.
El texto de de la argentina nos hace anota una dualidad entre la ciudad carente, y la altamente comercial donde se concentran grandes cantidades de dinero. Sitio que nos lleva a preguntar, y entonces: ¿Qué es desigual?; pues no olvidamos que para algunos empresarios y familias, es benéfica la inseguridad y esa disparidad entre ingresos; aún a pesar de las mujeres que trabajan, transitan y se desarrollan adentro de estas esferas acumulativas, quienes quedan desprotegidas, humilladas y clasificadas en el último sitio en la escala social, por ser el lumpen proletariado donde se manifiestan los simbolismos de la muerte y la depredación del territorio.
Así pues, con la escritura de estos cuerpos violentados, también encontramos la sugerencia de un Estado que justifica los crímenes y muertes hacia las mujeres, pues se limita a responsabilizar a entes visibles plenamente identificados como narcos, por ser participes de la lucha de territorios y plazas para el tráfico de blancas y drogas; clasificando así, sus atrocidades por delitos realizados por agentes económicos, que utilizan el control monetario para adueñarse de los espacios y las vidas, protegiendo sus propios intereses, ya que en el contexto de ese tiempo «no existían» los feminicidios, pues no había tipificaciones para sancionar los delitos de odio contra la mujer; y por lo que fue necesario reconocerles para hacerlos visibles.
Con Segato, a la violencia hacia la mujer en Juárez la podemos contextualizar en un entorno de deterioro social de la ciudad, y se representan como expresiones y mandatos machistas del colectivo heteropatriarcal, que actúa en colaboración con otros miembros de las cofradías viriles, manifestándose en la violación del cuerpo y de la vida de las mujeres, ya que los hombres, al realizarlos, adquieren un estatus y reconocimiento masculino, sustentado por creencias machistas.
Y es que Segato invita a reparar en la impunidad del gobierno con los feminicidios que se entiende por el resultado de la protección del capital y todas sus externalidades, por favorecer al crecimiento económico de Chihuahua, ya que en él existían fábricas productoras que incentivaban el empleo y se les daban justificaciones monetarias, poseían también el territorio y condicionaban la generación monetaria y en especie del usufructo obtenido por los empresarios, pero también se configuraba por un modelo machista en contra de la justicia de las víctimas, que se conforma en un acto predatorio del cuerpo femenino, y se cobija en el silencio por parte de las autoridades para aminorar los problemas de la ciudad.
Por tanto, entendemos que los criminales, autores de los asesinatos, se manejan por un lenguaje en común, una serie de símbolos y significados en sus delitos; valorizan lo económico y se fortifican por el control del territorio y la aceptación del colectivo; son violadores que reconocen su poder a través de matar a las mujeres, para saberse dueños del entorno; sus crímenes son denominados como corporativos o de segundo Estado, ya que son conformados por el grupo que administra el poder de la región: una superestructura que condiciona las formas de vida y que no administra la seguridad para ninguno de los sujetos. Pues:
La vida entera se mercantiliza: la producción condiciona el funcionamiento de la sociedad; controla lo que debe hacerse en ella. La valorización del capital se apropia y despoja de la vida misma; las estratificaciones entre los empresarios de cuello blanco, que manifiestan su poder a través de la muerte, desvanecen los derechos de las mujeres atrapadas por el sistema patriarcal, que divide a la acumulación de las presas de las ciudades.
Actualmente el modelo capitalista de Guanajuato ha permitido que exista una apertura comercial con distintos modelos de crecimiento en las sociedades, atrayendo diversos problemas, uno de ellos es la inseguridad que se vive en las sociedades del corredor industrial. Situación que los tres niveles de gobierno ha intentado silenciar, omitiendo las muertes y los crímenes hacia la mujer que se cometen en los municipios, para tratar de convencer a los inversionistas y a la federación de que se pueden proyectar grandes empresas armadoras e industriales, contrario al deterioro social y las agresiones a la vida que imperan, por los que recientemente la población se ha manifestado en distintas plataformas, que ha servido para identificar las denuncias ante el poder, pero que han sido desvanecidas en su mayoría por las administraciones, dejando sus preocupaciones sin resolver.
Por ello la sociedad mexicana, desde la reflexión de Segato y desde las problemáticas acarreadas por la globalización y el machismo en las ciudades, requieren de una reformulación de los conceptos y las acciones implementadas por los gobiernos y los grupos de la sociedad, ya que se han mantenido los índices de violencia, la criminalidad y los feminicidios, es necesario entonces que se hagan mejores estrategias, legislaciones e intervenciones públicas y educativas, para generar un cambio longitudinal en el pensamiento de la población que sigue reproduciendo los condicionantes del capital, desvalorizando los asesinatos de las mujeres y dejando impunes a los feminicidas.
Referencias:
Segato, R. L. (2013). La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez: Territorio, soberanía y crímenes de segundo estado. Tinta limón. México.
Escrito por:
Carlos Villalpando Martínez
Licenciado en Sociología por la Universidad de Guanajuato
Maestro en Administración en Políticas Públicas con enfoque en gestión Gubernamental por la UVEG
Maestrando en Desarrollo Docente por la Universidad de Guanajuato
Correo: carlosvillamtz96@gmail.com
Salamanca, Gto, 25 años, docente universitario y Operativo en el Instituto Municipal de Salamanca para las Mujeres, entusiasta de la gastronomía.
Líneas de investigación: Educación, Urbanismo, Medio ambiente, Perspectiva de género.