En esta ocasión estaremos explorando un nuevo sencillo que abre la puerta para lo que podría ser una una de las opciones que apuesta por darle aún más profundidad a lo disruptivo de la corriente musical moderna; ‘no me ves’ se amplía en un shoegaze llevado a sus extremos, tal vez no de los más caóticos pero sí de los más metódicos, el arte en esta nueva ola nacional pareciera que es ir afinando los detalles para inundar de maneras cada vez más compulsivas esos espacios, saturar con detalles minuciosos las pausas, sin darle tregua al silencio para que cuando éste aparezca el contraste se sienta como una irrupción narrativa, un portal, la ausencia como instrumento, en este sencillo se usa esta pauta para experimentar con lo melódico, construir el pop, y acentuar la letra en loop para que el mensaje vaya exigiendo sentido con cada vuelta en el contexto particular: ‘lo que quiero es que me mires así’, el deseo y la impotencia de no concretarlo estallando en el etéreo sonoro, dándole un tiraje más salvaje y rebuscado, allá en donde no se puede explicar.

ACTY (Amparo, Teresa, Carmen Yolanda), es una banda de Tepejí del Río en Hidalgo, quienes ya tienen años en el ruedo de la escena; no sólo consolidando su sonido en el proceso, sino también llevándolo a todo el público posible, aprovechándose de la crudeza y lo impredecible de las tocadas (las malas, las buenas y las mejores) para darle un matiz hipnótico a las notas, y que éstas se adapten a la circunstancia en turno, un power trío que se ha especializado en reventar las expectativas incautas, y en este primer sencillo ‘no me ves’ lo mantienen, haciendo mancuerna con ‘Anyway’, vocalista de monotonía quien se unió para darle una perspectiva conjunta y renovada a esta nueva temporada de ACTY, e ir abriendo panorama de un álbum que seguramente nos va a meter de lleno a una experiencia atmosférica que habrá que ir diseminando, o bien, disfrutando en su totalidad, sin pensarla mucho, en un recorrido que ya se prevé intenso.

A continuación entonces, van a escuchar una narrativa sonora dual, que se va mezclando para al final darle forma a una corriente que se le ha encaminado con elementos bien particulares; ACTY ha hecho lo suyo para mezclar la distorsión, lo explosivo, lo saturado, con letras que van de la mano tanto con la euforia de un instante como en el abatimiento absoluto de otro, en cualquiera de sus casos honesto; lo que hace fácil no sólo dejarse arrastrar, sino que en ese mismo gravitar sentir esas canciones haciendo eco dentro de uno, alimentando de repente algún sentimiento empolvado, y en este primer vistazo se alcanza a presentir que se le va a dotar de una profundidad inherente, por momentos comparada con la complejidad del álbum homonimo (y único) de la banda chihuahuense Maw de hace uno siete años, uno de los que considero marcaron un parteaguas en el sonido ‘under’ nacional de aquel entonces. Aquí y allá guiando el entretejido por la propia vulnerabilidad, de adentro para afuera, con lo sonidos envolviendo el proceso creativo con todo y sus inevitables altibajos, y no maquinado en algún paralelo en donde ya se obra con alguna pretensión de por medio, diluyendo intencionalmente ese reflejo, acá pasa lo opuesto, se nos ofrece un lugar real para coincidir y ya queremos ir sintiendo este viaje para no sólo disfrutarlo sino averiguar hasta qué lugar dentro de nosotros nos va a hacer compañía.

Por Armando Castillo

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