Hace unas semana en el marco del FIAC en donde anualmente coinciden varios proyectos artísticos en la ciudad de León pudimos ver a Mabe Fratti; una iniciativa sonora cuya propuesta está ayudando a señalar un género en donde la experimentación es el motor principal, lo cual encaja perfecto con la iniciativa de este festival en donde el arte surge y se forma desde lugares que poco a poco están dejando de ser tan cuestionables; y con el nuevo álbum de Mabe ‘sentir que no sabes’ se percibe a primera instancia que proviene de un nicho que más que revolucionar, busca poner el reflector en esta ola de artistas que intencionalmente (o no) se han mantenido en una zona aislada de la región tradicional sonora; el noise, es un título tan ambiguo como quizá correcto para empezar a definir la trayectoria de Mabe y los músicos que la acompañan, pero como actualmente sucede, insuficiente, ya que sus creaciones no se definen sólo por encasillamientos atonales, sino que hay una amalgama melódico que comparte lo confesional y lo progresivo del pop, pero con arreglos en su mayoría repentinos que llevan el sentimiento a lugares más disruptivos, menos conciliadores pero más honestos; una conexión entre la sensibilidad y el proceso de autoconvencimiento, que une entre canciones la incertidumbre con la certeza, una crónica de una decisión instrumentalizada entre estridencia y melodía, haciendo hincapié al proceso, a cada paso, o viceversa, la música conduciendo y las palabras adhiriéndose como recordatorio cuya función es el eco; aquí lo importantes es el vuelco de una temporada envuelta entre lo sufrible y la poesía de quien ya va hallando algún consuelo, que sólo el tiempo y el arte que ya no nos pertenece puede empezar a definir.

Tuve la oportunidad de hablar un poco después de su presentación con MabeGibran Andrade e I. la Católica y es precisamente lo que esperan de este nuevo álbum, que nos arriésguemos a adentrarnos hasta darle una interpretación personal, pero que lo hagamos, porque a fin de cuentas éste se trabajó sin tener en mente que llenara algún estándar más que el propio; pero eso sí, conscientes de que se está ofreciendo una experiencia distinta y felices de hacerlo. Me gustó también que se tocara el tema de cómo reacciona la gente que no tiene algún contexto de esta experiencia, y cómo sorpresivamente van imbuyéndose en su narrativa; perplejos en su mayoría de cómo se aleja (y se acerca intermitente a la vez) al sonido clásico que uno esperaría que un trío entre guitarra, chelo y batería pudieran ofrecer. Como bien sucedió en este foro gigantesco y hermoso de la plaza de gallos en el FIAC en donde el público variado no faltó y puedo asegurar que se canalizó en conjunto y atenta a esta función que le dio vuelta entera al álbum.

Entonces, dense la oportunidad de escuchar ‘sentir que no sabes’, que nos ofrece una entrada a esta nueva oleada de creadores cuyo centro es la experimentación, sí, pero haciendo uso de sonidos que van desarrollando entre el pop, el jazz, la psicodelia y hasta un toque de new age para dar preciso en el clavo de lo que buscan compartir, y si tienen oportunidad, vean a este trío en vivo para que el vínculo entre ellos y la composición que comporten se vuelva más evidente. Acá queremos verlos de nuevo en el Bajío, tal vez en un escenario más pequeño y personal para sentir ese punteo del contrabajo arremeter en las entrañas y seguro en algún recuerdo que todavía no deja de calar.

Fotografía y texto por Armando Castillo

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