Por: Missael Delgado.
La locura musical llamada Ca7riel y Paco Amoroso está a algunas semanas de aterrizar en México y es justo hablar de ello.
Recientemente se han puesto en el mainstream de la internet debido a la sesión que grabaron en el aclamado Tiny Desk y que hasta este momento, después de cuatro semanas de su estreno, cuentan con las casi diez millones de visitas y miles y miles de comentarios.
Y es justamente en el mundo virtual donde se han suscitado múltiples opiniones en relación a la calidad musical, a lo particular de las letras o a la peculiar ropa que usan los argentinos y los músicos que les acompañan.
Estos debates y análisis se han transformado en contenido, que se genera principalmente en You Tube, para hablar de absolutamente todo lo que se puede encontrar en los casi dieciocho minutos que dura la sesión.
Catriel Guerreiro y Ulises Guerriero (Ca7riel y Paco Amoroso para los panas) son dos amigos que desde pequeños han hecho música e incluso la estudiaron en conservatorio. Este tema en particular ha sido la defensa de muchos internautas al encontrarse con comentarios negativos hacia la música de los mencionados. De la misma manera que lo ha sido cuando aquellas personas que recién descubren al dúo buscan, por ejemplo, las versiones originales de las canciones que tocan en la sesión y se encuentran con algo totalmente diferente y que, al menos he leído, les termina decepcionando.
Lo mismo al justificar que antes de incursionar en géneros como el trap, tocaron en una banda llamada “Astor y las flores de marte” donde hacían música totalmente distinta, o al proyecto alterno de Ca7riel llamado “Barro”, donde el heavy metal se apodera del sonido. Justificantes, creo yo, meramente innecesarios.
A lo anterior acudo porque el crecimiento de “la libertad de expresión” en las redes sociales no genera más que polarización y líos constantes y absurdos. Si bien, en la diversidad y las opiniones distintas encontramos una esencia real de lo que somos y pensamos, detrás de una pantalla esta mencionada libertad pierde sentido cuando todo se trata de criticar o insultar al otro por disfrutar algo que uno no disfruta, o viceversa.
Esta idea me ha dado vueltas la cabeza en estas últimas semanas. Yo escucho al Cato y a Paco hace cuatro o cinco años y ver la constante y significativa evolución que han tenido en solitario y en conjunto es simplemente de admirarse. La versatilidad que Ca7riel ha manejado desde Astor, pasando por sus canciones propias, Barro y la también reciente interpretación de “El Capitán Beto” de Spinetta no hace más que causar admiración y encontrarlo como un artista completo y al mismo tiempo desinteresado de querer encajar o quedarse en un solo lugar.
Todo este fenómeno generado ha impactado en nuestro país. Al día de hoy, todos los conciertos que darán (Cdmx, Guadalajara, Mty y Querétaro) son Sold Out, y además en Puebla serán parte del festival Tecate Comuna. Tal fue el impacto que en la ciudad de Querétaro se ha cambiado de venue para poder recibir a más personas que preguntaban por la disponibilidad de más entradas.
Esto resulta una victoria tanto para los artistas como para los venues y los fans en México, quienes probablemente creen un espacio constante para que Paco y Ca7riel puedan volver mientras su carrera musical se mantenga.