Apenas una semana después de que Susie Wolff, ex-piloto en desarrollo de la F1, organizara un evento de go-karts para atraer jóvenes pilotos de sexo femenino a los deportes de motores, el director ejecutivo de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, aprovechó el Advertising Week Europe para hacer controversiales declaraciones acerca de las mujeres en las carreras del monoplaza.
Según el ejecutivo no hay mujeres con la fuerza necesaria para manejar un auto de Fórmula Uno, por lo que no deben ser tomadas en serio. Lo peor es que no es la primera vez que hace comentarios de ese tipo, ya que también se le puede citar con “las mujeres deberían vestir siempre de blanco, para hacer juego con los electrodomésticos”. Sin embargo, reconoció que cada vez veremos más mujeres en puestos ejecutivos porque son más competentes; lo cual sigue siendo sexista pero (por lo menos) un poco más amable.
A pesar de todo, Wolff declaró que el director ejecutivo siempre ha estado ahí para apoyarla a ella y a otras competidoras, y que los dos persiguen el mismo objetivo de atraer mujeres a la competición.
Ya sea que Ecclestone haya sido malinterpretado o no, debemos reconocer que su argumento está mal fundamentado. Si se tratara de un asunto de fuerza, hay mujeres que cumplen el requisito, de lo contrario no habría halterofilia femenina; si se trata de un asunto de reflejos, tampoco existirían ligas femeninas de hockey, uno de los deportes que requieren reflejos más rápidos; ya no hablemos de artes marciales mixtas, que combinan esos dos factores. Claro, no es lo mismo pero nadie nace levantando pesas ni deteniendo pucks a más de 100 kilómetros por hora.
Lo importante es entender que los prejuicios no nos servirán de nada si queremos enriquecer los deportes, ya sea como espectáculo para algunos o como profesión para otros.
