El 7 de Marzo de este año leí uno de los peores posts que haya visto en una página oficial de una banda en Facebook: La agrupación alemana Crematory amenazaba con separarse si los números en la pre-venta de su nuevo disco, a lanzarse el 13 de Abril, no mejoraban. También regañaban a sus seguidores por preferir el streaming de sus discos a través de Spotify y por el muy bajo número de boletos vendidos para el tour de promoción de su próximo disco, el cual llevaría por nombre Oblivion. La reacción en internet no se hizo esperar, mientras que los comentarios en Facebook, la mayoría escritos por gente que sigue a la banda, mostraban más o menos respeto al mensaje de Markus Jüllich, baterista de la banda, quien fue quien escribió el post, en Youtube los comentarios eran mucho más fuertes, algunos burlándose de la apariencia física de los miembros de la banda. En entrevistas, Markus afirma inclusive haber recibido amenazas a través de mensajes privados.

Creo que hay mucho que analizar respecto a este post pues Crematory lanza un disco nuevo en una posición nada favorable. Primero, les recordaré quiénes son Crematory: Alrededor del 2001 y 2002 en las tiendas de discos de metal en México había un disco en particular que se vendía como pan caliente, se titulaba Believe, recuerdo que en esos días este CD sería comprado por gente que ni siquiera solía escuchar metal. Bajo el sello de Nuclear Blast, Believe había sido creado por la ya entonces veterana banda alemana Crematory (no confundirse con la banda sueca de death metal de mismo nombre). En lo personal Believe cambió mi vida cuando lo oí por primera vez en el 2002 y aún lo considero el mejor disco de metal gótico que haya existido al lado de World of Glass (2001) de Tristania y Aégis (1998) de Theatre of Tragedy. En ese entonces, la banda en realidad se encontraba en una segunda etapa en su carrera, habiendo evolucionado de las profundidades del death metal desde principios de los 90s, en 1999 Crematory había perdido a Lotte Först, su guitarrista y voz limpia, causando una evolución en su sonido con la entrada de Matthias Hechler quien remplazaría a Lotte, dando un estilo muy fresco al género gótico, un estilo muy fácil de digerir. Así, Crematory se encontraba en la cima de la escena del metal, cada año su nombre aparecía en la alineación del festival Wacken, y a Believe aún le seguiría el que fuese el disco más exitoso de la banda: Revolution (2004). La banda continuó adelante lanzando varios discos de éxito más moderado, hasta que, después de la grabación de Antiserum (2014) Matthias decide abandonar la banda, con sólo 3 miembros originales en la alineación, Crematory discutieron sobre si era o no prudente continuar adelante. Finalmente se decidió que se contratarían nuevos miembros y la lucha continuaría. Así, Crematory entró a una tercera etapa en su carrera en el 2016 con el lanzamiento de Monument.

Sin embargo, han pasado muchos eventos desde que Crematory estaba en la cima. En estos 16 años que llevo siguiendo a la banda la he visto caer poco a poco, pero esto era de esperarse. En el 2000 el metal gótico era extremadamente popular y Crematory tenía la fórmula perfecta en sus manos, pero alrededor del 2004 los metaleros se empezaron a cansar de los teclados, de las melodías, la obscuridad y las voces femeninas. Recuerdo cómo en el 2004 la revista Metal Hammer anunciaba el tercer disco de la banda norteamericana God Forbid, Gone Forever, como el futuro del metal: “God Forbid se encarga de traer de vuelta los riffs pesados, los solos y la violencia que tanto le hacen falta al metal actual”, afirmaba la revista británica. Era la sentencia a muerte para el metal gótico, bandas como Chimaira, As I Lay Dying, Killswitch Engage y Lamb of God entrarían en la escena y la cambiarían por completo, de forma que para el 2007 no quedaba nada del metal gótico. Es el 2018, HIM se separó el año pasado, To/Die/For hizo lo propio en el 2016, After Forever en el 2009, Theatre of Tragedy al año siguiente, Before the Dawn en el 2013, Charon en el 2011, Poison Black en el 2015 y la lista continua. De algunas otras bandas como Madrigal, EverEve y Century (proyecto paralelo del mismo Markus) no se sabe nada de su paradero. Lacuna Coil y Within Temptation sobrevivieron moviéndose hacia el mallcore y el rockpop, respectivamente. Los únicos gladiadores que inexplicablemente han vencido a esta masacre son Nightwish y Epica, quienes más o menos conservaron el mismo estilo y siguen siendo extremadamente famosos. Por su parte, Crematory continua tocando la misma fórmula que le fue tan exitosa en los años de oro del metal gótico. Crematory no puede esperar tener buenas ventas con una fórmula que simplemente ya no atrae a la gente, mucho menos agregando el problema actual del streaming. No importa qué tan bueno sea el nuevo disco de Crematory, en este 2018 donde el stoner metal, el metal progresivo y el black metal atmosférico reinan, no habrá mucha gente interesada en una producción de metal gótico. Es por esto que creo que Markus comete un error al culpar a sus seguidores cuando en realidad es el tiempo el que los ha puesto en un contexto completamente distinto.

Pero, ¿qué hay dentro de Oblivion? ¿es en verdad tan malo? Para averiguarlo objetivamente debemos primero olvidarnos por completo de ese infame post en Facebook y, además, ignorar los videos que la banda ha lanzado para promocionar este disco los cuales son verdaderamente terribles en mi opinión. Veamos qué hay en Oblivion si únicamente nos enfocamos en la música:

Como es de esperarse Crematory nos presenta un LP con una producción impecable, una calidad de grabación que en verdad muchas bandas envidiarían. Ésta es una cualidad a la que Crematory nos tiene acostumbrados en todos sus discos y Oblivion no es la excepción. Pero además es agradable oír que esta producción no incluye la “batalla de volumen” presente en muchos discos de metal actual. En Oblivion cada instrumento suena limpio e identificable, algo que es una característica importante para la banda. La fórmula es básicamente la misma que la banda viene manejando desde Act Seven (1999) cuando Matthias entró a la banda: un sonido muy fresco y fácil de digerir con guitarras de riffs no muy pesados, estructura verso-coro-verso, pegajosas melodías, ocasionales solos, el importante papel de los teclados que varían entre piano y electrónica y las poderosas guturales de Félix que se alternan con la voz limpia de Tosse Basler, quien reemplaza a Matthias desde el disco anterior Monument.

Y es aquí donde más bien tenemos que preguntarnos qué similitud existe entre Monument y Oblivion, la alineación de la banda es exactamente la misma así que esperaríamos un Monument parte 2 y les aclaro que, aunque al inicio fue muy difícil para mí tener que imaginarme un Crematory sin Matthias, Monument se convirtió en uno de mis discos favoritos del 2016. Crematory ahora goza de dos guitarristas aunque en realidad creo que la banda debería explotar más esas 12 cuerdas pues pocas veces puede detectarse un sonido a 2 guitarras. Esto es algo que ocurrió en Monument y que sigue pasando en Oblivion. Sin embargo, Crematory nos presenta algo de agresividad, por ejemplo en “For All of Us” con fuertes riffs y unos teclados muy a la Nightwish. Pero en este tipo de discos cuya bondad principal no son los fuertes riffs, creo que uno de los elementos más importantes a evaluar es qué tan efectivas son las canciones, qué tan bien escritas están y, por lo tanto, qué tan difícil es olvidarse de ellas. Y en Oblivion tenemos un gran número de tracks con excelentes melodías y con un gran número de cambios de ritmos y humor, por lo que muy difícilmente podrás aburrirte oyendo este disco, uno puede oírlo de principio a fin sin presionar el botón de saltar canción. Para ejemplificar esto les pongo “Salvation” y “Ghost of the Past”, las cuales son las clásicas canciones pegajosas cuyo coro se repite hasta que entra en tu subconsciente, tenemos canciones más agresivas y dinámicas como “For All of Us” y “Revenge is Mine”, ésta última nos muestra unos excelentes riffs veloces casi al final del track, no muy comunes en el estilo de Crematory; además, hay una power ballad, “Stay With Me”, la cual es, de hecho, una canción pop, contrastando con las poderosas canciones melancólicas “Oblivion” y “Wrong Side”. Esto muestra parte de la gran gamma de momentos por los que el disco nos lleva.

En general, el sonido a dos guitarras de Oblivion es más pesado que en Antiserum (2014), donde la banda aún trabajaban con una guitarra. Pero en un disco antes, Infinity (2010), la guitarra de Matthias definitivamente sonaba más fuerte debido al objetivo de la banda de tocar una especie de “thrash/gothic” como, si no me falla la memoria, ellos mismos describieron Infinity cuando fue lanzado. Por otra parte, quien continúa haciendo un trabajo espectacular es Katrin Jüllich, tecladista de la banda. Los teclados en Believe son algunos de los más perfectos que haya oído en el metal y Katrin continúa poniendo el teclado como uno de los elementos más importantes de Crematory. Algo interesante es que en Oblivion ella parece enfocarse un poco más en elementos sinfónicos como cuerdas, que en electrónica, dando un sonido más clásico.

Quiero aclarar que mi reseña positiva de este disco puede estar influenciada por mi nostalgia. Soy un sujeto muy nostálgico que extraña aquellos años en los que el metal gótico era popular y aún escucho muchos de esos discos. Si para ti el mejor disco de este año es lo más reciente de Tesseract o tal vez estás impaciente por lo nuevo de Yob, estoy seguro que no disfrutarás Oblivion. Y esto nos lleva al punto donde comenzamos: ¿Cuáles son las opciones para Crematory en el mundo actual? Algo que me gustaría mucho ver es que la banda hiciera un regreso a sus raíces de death metal: el demo de Crematory de 1992 es uno de mis discos favoritos de death metal, es simplemente más obscuro que el death metal estándar de la época, por el simple hecho de que Katrin agregó teclados a un veloz y despiadado death metal con las bestiales guturales de Felix. Entiendo que esos feroces riffs fueron escritos por Lotte, quien dejó la banda hace 19 años y que, además, muy probablemente ninguno de los miembros actuales de Crematory siguen oyendo death metal. Sin embargo, Crematory tiene todos los elementos para hacerlo: el baterista original, dos guitarristas con background metalero y las guturales de Felix. Este movimiento de regresar a las raíces salvó a Paradise Lost, entre muchos otros, de hundirse en el olvido. Otra opción es moverse en otra dirección para renovar el sonido de la banda, Katatonia y Anathema son muy exitosos actualmente, ambos dirigieron su sonido hacia el progresivo. Sin embargo, creo que Crematory sigue escribiendo muy buenos discos de su propio estilo clásico y eso indica que ellos en verdad disfrutan lo que hacen, en cuyo caso moverse en otra dirección sólo para ganar popularidad sería venderse. Markus afirma que para preservar la tradicional excelente calidad de grabación de sus discos necesitan dinero que otras bandas underground no requieren. Por lo cual esto parece un callejón sin salida. De cualquier forma espero Crematory continúe adelante sea cual sea la dirección que quiera tomar…

-PABLO CUSTODIO

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