El caballero de la noche III:

«La música es tal vez de todas las artes la que implica mayor constelación de connotación plurisignificantes» Marcos Mundstok.

La ópera nace como una decisión de un grupo de italianos que trataban de hacer música de la manera como la hacían lo griegos. La llamaban música total, decidieron juntar la música con el teatro y con la arquitectura así nació la opera, en 1600. El cine no está exento de esto y el elegido o elegidos para ambientar el Caballero de la Noche fueron Hans Zimmer y Jason Newton Howard, en su trabajo musical predominan los sintetizadores y las percusiones sobre las cuerdas como suelen componer otros autores. Allegro en forma de sonata «why so serious?» va en ritmos de lo suave de un piano/teclado a las variaciones con percusiones y una sección de cellos, mientras en la narrativa visual se lleva a cabo el primer gran golpe del Joker, payasos cruzan edificios al ritmo de agresivos riffs de cello, mientras una nota fuerte y constante nos lleva a ese primer diálogo, entre asaltante y gerente de banco enmarcando aquella épica escena en la que el psicópata y príncipe payaso se descubre el rostro y suavemente la melodía vuelve a su sonata para hacernos escuchas «lo que no te mata te vuelve más extraño», ésto con la complicidad incauta de la ciudad escapa el Joker.

«I’m not a hero» se vuelve un movimiento al compás de un tumbler que intimida a Scarecrow y sus secuaces, aquí se empieza a involucrar con otras secciones entre percusiones y metales el caballero blanco sale a escena como un paladín de la justicia que muestra su rostro a Gotham, el primer movimiento termina con un Joker intimidando a la mafia de la ciudad después de hacerlos escarmentar en que la única solución es la más sencilla.

 

Scherzo

El scherzo es un juego dentro de la sinfonía un movimiento ternario, aquí podemos ver cómo la música lleva a el Guason que empieza a jugar con Batman, «blood in my hands» empieza lento pero lleva a esta reflexión que hace el Joker: «la locura cómo sabrás es como la gravedad, solo necesitas un empujón» la sección de metales retumba dentro de las escenas, el juego y sincronización de cuerdas y metales acompañadas de timbales sinfónicos y secuencias tensan al espectador mientras en la película la pequeña organización del Joker crece hasta el punto donde logra «desenmascarar» al vigilante nocturno.

Minué «Yo pensé que mis chistes eran malos» lento pero mordaz las predicciones hechas por el Joker se vuelven realidad: Lau es arrestado, hay gente inocente muriendo en Gotham y la mafia de la ciudad se encuentra acorralada. El juego terminó, las bromas y la psicosis social empiezan hasta el grado de romper al caballero de la noche. «Al borde de la butaca» una sección de cuerdas mimetiza la carrera del hombre murciélago por rescatar a la dama en peligro, dejando todo a su suerte, Dent pierde y se vuelve un agente del caos manipulado por Joker, la anarquía llega en forma de moneda.

Rondo Una Gotham sumida en el miedo pierde a su bastión, la crisis y el pánico se apoderan de sus calles, Gordon muerto, Dent desaparecido, el tiempo es pieza fundamental para Batman, la persecución final termina en una pelea que pierde el caballero obscuro, pero que gana la ciudad. La población de Gotham le muestra su verdadera naturaleza a el Guason, todo ésto ambientado en un suave vaivén de los arcos sobre los cellos («Watch the world burn»), «pensaste que arriesgaría todo por la ciudad, todos tenemos un as bajo la manga el mío es Harvey!» A tempo lento Dent, Gordon y Batman dejan a la suerte su destino, las percusiones son irrumpidas por los metales mientras «A dark knight» huye de la policía.

La música como elemento de un todo permite al espectador interactuar en un nivel más íntimo, mientras lo visual nos lleva, el actor transmite, la música hace sentir al público que su experiencia sea más completa. Diez años han pasado del estreno de «The Dark Knight» un verdadero antes y después del cine de héroes de las historietas.

Texto: Jesús Ortega

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