Tócame, fue la palabra ¿fue la palabra o fue el viento comprimido que la creaba al salir de tus labios? Tocabas mi cuerpo, tus manos se deslizaban suaves y certeras en mis curvas piernas, conquistaban mis dunas nocturnas, hechizo de aurora habitaba en mí, tócame me dijiste suave e imperante rompiste en trueno, hiciste de mis dunas oasis, modorra del viaje un poco molesta te vi, ojos de serpiente, me susurraron nuevos caminos, seguí el vahó cálido de tus besos y en ti me reconocí, de viento regreso a piel para tocarte, para sentirme me deslizo sobre ti, serpenteo nato que de las olas aprendí, para rendirnos en manto y cueva; estelas encuentro sumergida en tu pecho, latidos de mar que me han de abrazar.