Esta es la escena del crimen en el rock’n roll rampage. Una corriente eléctrica que recorre los tres pilares en la formación rítmica de un violento asesino. Siente los aguijones que intercalan a la multitud con su explosivo golpeteo, e integran el voltaje de Jellyfish Murder.

Proyecto  leondinense que nace sin partes vitales en abril del 2017, y avanza de la mano de Mario Murder; Orquestando la tocada desde la voz y los teclados. Su búsqueda por miembros apropiados lo llevo a concebir la idea de un apoyo femenino elemental y algo crudo. La intensa necesidad de ritmos golpistas,  le mostró el camino a toparse con Decka Riot Murder; bajista por excelencia en las eléctricas notas del trío leones. Se une al proyecto tras haber colaborado con Mario en Vortex (otra banda). Saul Murder, toma posesión en la batería al momento de coincidir en un ensayo con los Jellyfish. Se acopló perfecto, sumándole el volumen a la pinta visceral y autentica de la banda. 

Ya contando con los tres mejores pilares que se reúnen en la jungla leonesa, se marcó un punto de quiebre para el nacimiento en concreto de Jellyfish Murder en el otoño del 2017.

A pesar de contar con varios sencillos y un EP en su alineación, aún tienen pendiente la grabación de su primer álbum de estudio. Pues llenando los ensayos de caguamas y cigarros, no los mantiene en el mundo de las ganancias sustentables para una economía deseable.

Pulverizando el monótono concepto de los guitarristas sobre valorados en el escenario, tocan y se presentan en bares de mala muerte, hasta los lugares más recatados en las noches veraniegas del bajío. 

Jellyfish Murder nos abre las puertas a conocer su material en las redes sociales y a visitar sus conciertos en la llama misma del rock puro.

Por Edgard Paredes

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