En los últimos años agrupaciones musicales de distintas partes de la república, han sobresalido a consecuencia de ofrecer una propuesta diferente y alejada a lo que era un monótono sonido en la escena. La perfecta armonía en los cimientos musicales de los integrantes es fundamental para una realización y creación de un sonido que genere una sensación distinta a lo normalmente escuchado en el tiempo en transcurso.

Luis Ángel Martínez y Alejandro Elizondo forman en 2011 a distancia el proyecto Los Mundos, en ese entonces Martínez radicaba en Monterrey, mientras que Elizondo en Saltillo, esto no fue impedimento para que la agrupación realizará su primer EP; tanto Elizondo como Martínez, han seguido incursionando en diferentes agrupaciones, pero logrando consolidar a Los Mundos como una propuesta real y contundente de la escena “emergente” del país. Parte de este acontecimiento de consolidación llega Calor Central, refutando cualquier tipo de críticas y afirmando algunos halagos, el entorno envolvente de sonidos férreos poderosos que tunden a lo largo del correr de los segundos es el común denominador de la agrupación, portentosos riffs psicodélicos con sentido y magnitud, sin perder lo importante: la dirección. Es muy común escuchar estos riffs perderse en una bruma de saturación sin sentido. El nivel alucinógeno se eleva en la inclusión de los tonos graves y agudos que aporta el bajo y la batería dando el toque puntual de intensidad y punch que determina la calidad musical de la agrupación, la homogeneidad con la que se aglutinan los instrumentos en tan alta saturación de distorsión es digna de reconocer, ya que logran melódicas composiciones que van de arriba abajo en intensidad sentimental, una ruleta rusa de emociones en cada track efectuado.

Sin perder cordura y sentido, las letras forman un oasis en medio de una atmósfera marrón y llena de escepticismos, recreando, en momentos, algunos cuentos de H. P. Lovecraff. Todos los aspectos técnicos musicales de esta agrupación hacen dudar de su origen mexicano, es grato ver que esta nueva ola de músicos trae un chip diferente en sus propuestas, teniendo como cimientos las bases bien marcadas de sus ideologías musicales, no exceptuando a ningún género; hoy en día se puede ver este efecto en mas bandas como son: Mint Field, El Shirota, Nelson y los Filisteos, dentro del ámbito “rockeron”, mientras en el ámbito más «agradable» auditivamente se encuentra: Micca Mont, Rubytates, Noa Sainz, Sailawway entre otros cientos  de miles más. Atrás quedó el trillado sonido etéreo conjuntado con atmósferas felices, que la única finalidad y propuesta, era estar en el radar del wannabeismo del momento.

“Y es que no venimos hasta aquí… hasta aquí a ser prudentes”

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