Nunca me imaginé que esa noche sucedería la primera de muchas canciones que escucharíamos juntos, mucho menos el que estaba en medio de una historia que justo en ese instante iniciaba. Habría risas, drama, derrotas, momentos de gloria, de compañerismo puro y de amor incondicional.

Esa noche no pasó ni por un segundo en mi cabeza que aquella era apenas la primera de muchas platicas de madrugada, a la postre, nuestra especialidad. Nunca imaginé que esa noche me enviarías un mensaje porque estabas perdida entre la gente, mucho menos creía que ya medio borracho lograría encontrarte. Nuestros amigos se habían esfumado y quedamos solos en medio de «Explotions in the Sky», luces de colores y sonrisas entre ambos que adornaban la escena como si se tratara de un momento creado especialmente para nosotros y que solo seríamos capaces de apreciarlo con la inevitable nostalgia del paso del tiempo.

No imaginé que al tomar tu mano esa noche se vendría una avalancha de momentos y de historias en las que aprendería de ti y del camino que tomamos juntos. Era imposible imaginar que después de esa noche nunca dejaríamos de platicar, que compartíamos todo y nada, que seríamos cómplices de esa forma de entendernos entre risas y miradas. Es increíble el tratar de entender cómo un instante puede cambiar y revolucionarte la vida, ese instante era el nuestro y lo tomamos, así, sin miedo.

Nunca imaginé que después querrías conocerme y aceptarías ir por unas cervezas. No pude imaginarme que cada vez que escuchara Explotions in the Sky, vendría un recuerdo puramente nostálgico de lo que fuimos ese día, esa noche «The Only Moment We Were Alone».

Acompaño el texto con algunas fotos de ese momento, afortunadamente mi amigo Armando estaba ahí, a algunos metros de distancia, logró capturar esos instantes para siempre, cuando recuerdo con nostalgia esa noche cuando vimos explotar el cielo.

FIN.

Comentario

Comentarios