Loiis, ha disparado un ep fantástico de principio a fin, bajo el nombre de Wimbledon, expandiendo su poder creativo sobre un recorrido catártico, de texturas opuestas, estridentes y nostálgicas.

Loiis, es una banda de rock alternativo de la capital de México, integrada por Mauricio Avendaño, Linda Tan, Héctor Bravo, César Ortiz y Oscar Monroy. El veinte veinte, marcó el debut de su primer larga duración «Un Final Feliz» trabajo sensacional, que puedes escuchar por aquí. Para este 2021, continúan su expansión sonora con un nuevo ep.

Wimbledon, está integrado por cinco tracks, cada uno, brillando con esencia propia, acentuando madurez en el sonido del grupo. Veinte minutos bastan, para despegar los pies de la tierra y comenzar a fluir sobre un viaje monocromático, explosivo, casi fugaz. Por momentos minimalista ó aplastantemente crudo. Wimbledon, reafirma su valor atemporal, se convierte en un punto donde convergen pasajes llenos de contrastes y virtudes, un tesoro para los adictos a encontrar distintas posibilidades auditivas, en un mismo lugar.

Perro Quieto, nos da la bienvenida al Ep, por primera ocasión podemos encontrar momentos cargados de quietud, su desarrollo figura por la armonía, melodía y una estructura limpia, los instrumentos se fusionan con la voz para dar vida a este track introspectivo, matizado de múltiples variantes, donde hasta el mínimo detalle está diseñado. La belleza de la disonancia abre las puertas con Bonsái, junto a una carga de pasajes crudos, aquí se puede palpar la pureza desbordante de este altrock noventero, sonoridades exploradas a fondo en el siguiente tema: L.R.O. una gran composición instrumental, instalada en la distorsión progresiva, noise ardiente, acompañado de algunas liricas que se ahogan en un grito existencial. Los teclados, toman la pauta cuando escuchamos Culpable, canción que amplifica la gama de sonidos acústicos, los sintetizadores son una constante y forman parte de una transición esencial para aterrizar en Nubes Pasajeras, el punto cumbre del ep; riffs etéreos bordan esta oda compuesta de ritmos sombríos, figuras de guitarras llenas de nostalgia, nos conducen hasta ceder ante la inminente caída.

Wimbledon, amplificó la introspección, es el caos y la paz a tan solo un play, es otra manera de expulsar la rabia en estridencia, un punto de encuentro entre los olvidados y los siempre presentes, es otra forma de vivir y avanzar, aferrándonos a la música entre la incertidumbre.

Escucha aquí Wimbledon de Loiis:

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