Ya es conocido por estos lados El Último Vecino, hemos sido testigos, canción a canción, de esa progresión que ha mantenido su estilo, uno que no se aleja del mismo eje que le ha dado esa particularidad tan notoria y que ha sido parte de un movimiento underground, que está redefiniendo el post punk y el synth español, y también en el habla hispana en general.
Después de un año de composición y de hacerse paso en la escena pareciera que el último vecino no ha apagado los motores, aprovechando ese impulso creativo para sacar más canciones y experimentar con los cambios de humor en ellas.
En esta ocasión les compartimos: ‘El Desastre’, un estreno que como ya habíamos mencionado, tiene un estilo que reconocerán de inmediato si ya están familiarizados con esta propuesta; y sino, pienso que es una buena oportunidad para irse uniendo a esta nueva ola de música española, que seguramente también se irá revolucionando con las circunstancias que vengan este año. Porque El Último Vecino tiene la particularidad de narrarnos los sucesos desde un punto medio, musicalizándolos en esta línea que se crea entre la nostalgia y la alegría, y que es, a mi punto de vista, la principal inspiración para esta canción.
Este nuevo sencillo, es un contraste entre letra y ritmo, y aunque los sonidos del synth se sientan particularmente optimistas, el mensaje nos habla de la ausencia y de un retorno que no sabemos si se concrete algún día; el proceso como siempre es bien disfrutable y técnicamente bien armado, para permitirse llevar por los sonidos del teclado y sus atmosferas, sin oponer mucha resistencia, sobre todo si se gusta de la inclusión de sonidos que evocan a los ochentas.
«El Desastre» es una canción que seguramente funcionará como introducción para un álbum que vaya acompañando esta nueva visión que se abre, hacia el panorama de lo que será este nuevo año; y aunque sea incierto y seguramente complicado, ya se elige irlo afrontando con un semblante nuevo, con música que mueva y que inspire sin dejar de ser honesta, y sobre todo realista con el sentimiento en turno.
He aquí «El Desastre» de El último vecino:
Por Armando Castillo