Este viernes en El Callejón tendremos la muy especial visita de Selofan, una banda de Grecia; icónica en el revival del postpunk contemporáneo, aunque reducirlos a ese género es sólo una manera muy superflua de calificarlos dentro algún lugar, pero sólo es una forma de partir.
A Selofan seguro que ya los han escuchado, incluso aunque no los conozcan de nombre, hay algunos sencillos que aunque irradien esa aura de oscuridad, son tan versátiles que pueden usarse en otros contextos, digamos, no tan destructivos, y ésta canción es un buen ejemplo:
Este dúo lleva más de diez años redefiniendo el legado de las bandas de post-punk que consolidaron el género, respetando la cadencia y la teatralidad en sus presentaciones, pero dándole ese vuelco contemporáneo más crudo y fatalista; y aunque no lo crean, sí sin bajar nunca la intensidad ni un poco, así que aparte de avivar la decadencia se podrá estar moviendo el cuerpo sin problemas al son de esos filosos sintetizadores:
Y para acompañar a este ícono musical, una banda que combina muy bien con esa ola destructiva: El Día En Que Yo Me Muera, que en solista es César Morales, pero que ya tiene tiempo haciendo un ensamble con músicos muy talentosos en su recorrido, para darle más contraste y matices al bajoneo que han sabido transformar en un arte muy particular; del ‘spoken word’ a los alaridos, de contadas notas que sirven como introducción al rasgueo inagotable de las cuerdas que sirve como clímax y que dura sosteniéndose lo suficiente para convertirse en desenlace, una banda que se disfruta y se siente mejor en vivo, y que este viernes no pueden dejar de experimentar, sobre todo porque estará incluido un nuevo miembro con saxofón en mano, que seguramente combinará de maravilla con la desesperación de sus letras.
De León también hay propuestas que se han dedicado a transgredir desde el under, no sólo la escena sino también el formato popular de cómo debería escucharse; y Perikkles son dos percepciones muy distintas de la música combinadas en un término medio que se fue abriendo camino hasta definirse sin que esto fuera una prioridad, con la libertad de crear desde cero, y con la única condición de hacer música que se sienta y que se escuche a todo volumen, con mucho synth y gutural; para no pensar, para dejarse abrumar por los sonidos, echar todo para fuera y recobrarse en los interludios con un trago de caguama, para de nuevo abandonarse al ritmo que seguramente se impondrá en cualquier rincón del escenario de El Callejón.
Nos vemos este viernes, entonces, con una de las bandas europeas con más adeptos dentro de esta nueva revolución del post-Rock y darkwave; y con una banda celayense que con el ritmo que lleva, seguramente no tardará en llevar esta batuta dentro del país.
Salud, y acá toda la información para que no falten.
Por Armando Castillo