A unas semanas del Festival Hipnosis, es inevitable no conocer enteramente a los artistas que van a presentarse, y es que progresivamente éste no sólo fue uno de los primeros a nivel nacional en delimitar los artistas por géneros para que el público que disfruta esta música pudiera tener una experiencia completamente inmersa, sino que en últimas ediciones los proyectos han variado en su sonido e intensidad para que la audiencia comparta un estado concreto de trance, y claro, en algunos momentos la euforia que le precede. Entonces, puede que ya tengan en mente los proyectos que quieren ver, pero también puede que se pierdan otros que seguramente les van a hacer eco, porque lo que sobra en la curandería del Hipnosis es la forma y creatividad con la que se interpreta la música, y el cómo las bandas que integran su cartel intencionalmente saltan entre definiciones para no encajar en ninguna; así que seguramente se llevarán alguna agradable sorpresa si se ponen a escarbarle.

Sin más, con esta nota pretendemos es explorar, junto con ustedes, el cartel; con cinco propuestas por publicación, para que no dejen pasar alguna banda que seguramente podría mejorar su experiencia en el festival.

Kikagaku Moyo

Desde Japón: Kikagaku Moyo, banda cuyo nombre se traduce como ‘patrones geométricos’, que ha dedicado su carrera a respetar y partir de la psicodelia tradicional; sus composiciones e imagen en general reflejan la cultura lisérgica del LSD de finales de los sesenta y principios de los setenta; prácticamente lo que uno van a presenciar y sobre todo sentir por acá, es un viaje manufacturado para la inmersión combinando los ya acostumbrados acordes del género con sonidos de instrumentos del folclore japonés, para enriquecerlo, haciendo una combinación que se armoniza perfectamente. Una propuesta que tienen que ver no sólo porque su ejecución es impecable sino porque lamentablemente han anunciado que ésta será su última gira antes de separarse.

El universo

Una de las propuestas nacionales que recientemente estrenan su primer álbum de estudio, El Universo de la CDMX; que es también, como mencionábamos en la introducción, un viaje enteramente particular a las demás propuestas, pero cuya composición seguramente nos conduce al mismo estado de enajenación musical. Conformados por experimentados que optaron en este proyecto por un toque entre ambient e industrial en sus creaciones, pero con un largo rango de sonidos entre estos opuestos, con ‘loops’ encarnecidos que van adquiriendo complejidad con cada vuelta en la que no dejarán de integrarse nuevos elementos, hasta consumirnos en un climax progresivo que no cesará hasta revolverse en los tímpanos, imperdibles para una buena disociación. Además, El universo pronto viene al Bajío, para que estén pendientes de las fechas y puedan apreciarlos dos veces.

Shame

Shame es una banda muy joven del sur Inglaterra, lo que se darán cuenta de inmediato debido al fuerte acento en sus canciones, esto le podemos sumar una influencia de aquel ‘art rock’ casi escénico que nos dejaron bandas como Talking Heads, otro de los aspectos que más destaca de este grupo es que pueden cambiar drásticamente la manera en que suenan junto con el sentimiento que buscan externar ignorando la rigidez de los géneros para manejarse dentro una bipolaridad bien marcada; partir de lo apacible del ‘indie’ a la imprevista desesperación del punk, pareciera que estas dos facetas son el discurso de lo que hasta ahora Shame busca externar, intercalarse entre estos dos vertientes y regalarnos una experiencia que no deja de ser cruda pero matizada en el trayecto, por una combinación de sonidos que harán más interesante esa transición.

Moon duo

Aquí hay una perfecta opción para extraviarse un buena rato de los imprevistos cotidianos, esta dupla entre guitarra y teclado es, desde que, completamente envolvente y no deja ni un instante de sostenernos en un estado de sugestión psicodélica, con una gama de capas que van alargando sutilmente ese túnel metafórico que se desglosa con una buena canción a ojos cerrados, y que seguramente aquí conocemos de sobra, esta banda seguramente la disfrutarán más quienes opten porque su viaje se desenvuelva en una lenta progresión para tener tiempo de sobra y detallar el paisaje. Ripley Johnson es guitarrista de Wooden Shjips entonces hay detrás de este proyecto más de veinte años de experiencia en tocar y construir un estilo bien definido dentro de la psicodelia, y si a eso le sumamos que Sanae Yamada, su tecladista, es una experta no sólo en construir las atmósferas sino en jugar con las notas del synth para potenciar las canciones, tenemos aquí una banda que no deben dejar la oportunidad de que les reviente la cabeza en este cartel.

Parque de cometas 

Otra propuesta nacional que podemos ver en esta edición del Hipnosis, es Parque de cometas, una banda que no tiene mucho abriéndose paso en la escena del país pero que lo ha sabido hacer bien, sobre todo por tomar ese sonido de la nueva oleada de músicos del norte para darle un vuelco más particular, diría yo: más meditado y encaminado a experiencias personales, pero sin dejar que sus canciones dejen de tener esas transiciones con una buena dosis de psicodelia progresiva; sobre todo al final después de contrastar de manera explosiva con la introducción que se enfoca más en la lírica y de envolver el sentimiento melancólico con atmósferas y notas. Una banda que seguramente no dejará de crecer en el transcurso de estos años y que trae consigo nuevas propuestas junto con nuevos sonidos que ya se están gestando de aquel lado del país. Por eso: lleguen temprano y no pierdan la oportunidad de apreciar o descubrir a los chicos de parque de cometas porque más temprano que tarde ya estaremos escuchando de ellos por este lado de la república.

Nos leemos pronto con más recomendaciones para que no dejen pasar ninguna banda que bien podría hacer más venidera e inolvidable su experiencia en esta edición del Festival Hipnosis.

Por Armando Castillo

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