Desde las vibrantes calles de Madrid emerge el debut homónimo de Alcalá Norte, un álbum que pinta para ser un clásico instantáneo en el panorama musical alternativo en español. Este conjunto madrileño ha capturado la atención no solo por su música, sino por la autenticidad y la frescura con la que presentan cada uno de sus temas desde hace algunos años.

Alcalá Norte, conocidos por su habilidad para tejer sonidos tradicionales y modernos, entrega un disco lleno de energía y diversidad sonora. Con una base fuerte en el post-punk, la banda no se limita a un solo estilo; más bien, exploran con audacia desde el punk de la movida madrileña hasta toques de electrónica y heavy ochentero. Esta mezcla les permite crear una sonoridad única que captura la esencia de la ciudad que les vio nacer.

El álbum arranca con “La sangre del pobre”, un tema que combina crítica social con melodías pegajosas que demuestran la versatilidad del grupo para saltar de tonos más duros a los más pop. La habilidad de Alcalá Norte para balancear guitarras crujientes con teclados melodiosos es evidente en canciones como “La calle Elfo” y “No llores, Dr G”, donde logran un sonido que recuerda a bandas icónicas como Stone Roses y Aztec Camera.Sin embargo, lo que realmente define a Alcalá Norte es su capacidad para reinterpretar y adaptar influencias variadas, creando temas que son tanto refrescantes como nostálgicos. Canciones como “420N” y “Supermán”, con colaboraciones de Suneo, muestran su destreza en fusionar lo oscuro con lo reluciente, lo viejo con lo nuevo, creando hits que son difíciles de olvidar.

“La vida cañón” se destaca como el gran hit del álbum, encapsulando perfectamente la energía y el espíritu de Alcalá Norte: vibrante, audaz y melódico. Con este debut, Alcalá Norte no solo promete ser una voz prominente en la música española, sino también una banda que sigue evolucionando y desafiando las convenciones del género.

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