Daniel estudió la Licenciatura en Creación Literaria en Casa Lamm, y desde el 2019 tiene un restaurante al que se dedica de tiempo completo. Es firme creyente de que el mundo sería un lugar mejor si la gente se quejara menos y trabajara más.

Después de la carrera, leer ya no tiene esa aura de obligación, y más bien vuelve a parecerse al principio: uno abre un libro porque leer reconforta, alivia, divierte. Mi lectura este año ha ido por ese camino: le he dedicado muy poco tiempo, y casi ninguno de los libros ha sido de mi lista personal, sino recomendaciones de amigos. La lectura fue muy fructífera: sin ninguna presión y casi sin prejuicios, he tomado cada texto con bastante ímpetu. Atrás quedaron esos años en los que leer era casi un suplicio. Un abrazo especial a Celina, Carlos, Diego y Andrés. De ellos han sido las recomendaciones.

Estos fueron mis libros favoritos del año. La lista no tiene ningún orden específico.

Las partículas elementales, Michel Houellebecq.

Esta es la historia de la vida de dos hermanos y su apetito sexual: nulo en Michel (un biólogo molecular); desmesurado en Bruno (Un profesor adicto a). Cualquiera que haya leído a Houellebecq sabe lo que le espera: una lectura muy aguda sobre lo contemporáneo, una holgura para mostrar lo más oscuro de sus personajes, un autor sin ningún miedo para pensar ni escribir. Muy lejos de ser lirista, con ese lenguaje llano y directo, Houellebecq es un escritor de ideas, ensayístico en el fondo, pero que no flaquea ante las particularidades de la ficción en ningún momento. Las partículas elementales no es una novela sencilla. Pero vale la pena llevarse de vez en cuando las manos a la cabeza, leer en el borde de la silla. 

El mar, John Banville

El mar no es una novela sobre el mar: es sólo un personaje pasivo en la historia, testigo de la relación de Max Mordencon los Grace cuando era niño, y refugio en el duelo por la muerte de su esposa Anna. La novela va y viene entre los recuerdos de Max, a los que busca dotar de sentido. (“A la memoria le desagrada el movimiento, prefiere las cosas en quietud”), y en los que intenta reconocer el camino por el cual ha llegado a su presente. La novela tiene muchas cosas, pero creo que la figura del mar es lo más encomiable porque el autor no deja de convertirlo en el símbolo central de la historia. 

Hambre, Knut Hamsun

Apreciar una novela es también odiarla, o por lo menos una parte de ella. En Hambre es inevitable sentir cierto desprecio por el narrador. La historia de este escritor que vaga por las calles de Kristania (ahora Oslo, y que tiene mucho de autobiográfico de Knut Hamsun) intentando vender algunos artículos a periódicos es estresante. A lo largo de cuatro partes vemos su caída por culpa del hambre crónica, su actuar cada vez más absurdo y enajenado. El acierto más grande de Hamsun es retratar a un personaje en todo su esplendor psicológico y narrar a su vez su declive: un histrión debidamente contado, imposible no odiarlo, imposible no sentir compasión por él.

La vida está en otra parte, Milan Kundera

Este libro es tantas cosas. Es en el fondo la Checoslovaquia socialista de post-guerra; es la obsesión de una madre con su hijo, y es también una historia buenísima sobre el quehacer literario, del oficio del escritor. La historia nos cuenta sobreJaromil y su obsesión por convertirse en poeta, como su madre le auguró. Su camino y sus deseos, sus obsesiones, su egoísmo son espejo de muchos de los que intentamos hacernos un hueco en el mundillo literario: “lírico es aquél que muestra su autorretrato al mundo, llevado por el deseo de que su rostro, pintado sobre la tela del verso, sea amado y endiosado”. Kundera desmonta el romanticismo que circunda la figura del escritor, define con precisión la esencia del poeta: “el genio de lo lírico es el genio de la inexperiencia. El poeta sabe poco del mundo, pero las palabras que de él salen se estructuran en conjuntos hermosos que son definitivos como el cristal; el poeta es inmaduro y sin embargo su verso es tan acabado como una profecía ante la cual hasta él mismo queda asombrado”.Amo este libro porque me recuerda hasta dónde puede llegar el patetismo y la irresponsabilidad de los escritores. A los que se parecen a Jaromil: escribir, definitivamente, está en otra parte.

Las aventuras de la China Iron, Gabriela Cabezón Cámara

Esta novela es un despliegue de recursos estilísticos y de disrupciones. La novela es la historia de la China, su escapedel Martín Fierro y su camino por la pampa junto con Liz, Estreya y el Gaucho Rosas. Un viaje de exploración en el que aprende a leer y escribir, la ceremonia del té, la tensión sexual con una mujer, la tensión en el autodescubrimiento. Las aventuras de la China Iron tiene una prosa seductora, que con el paso del libro tiende al lirismo hasta llegar en el Paraíso, donde hombres, mujeres y naturaleza conviven. Las disrupciones vienen desde el principio: ésta es una historia contada por un personaje periférico del fundacional Martín Fierro, una historia imaginada fuera de la época: hay lesbianismo, hay una relación estrechísima entre la China y la naturaleza, la huida literal y simbólica del fortín del capataz José Hernández (el escritor del Martín Fierro), la visión de un Paraíso de libertades ideológicas, de puro placer y felicidad. Sin duda la novela que más disfruté en el 2021.

Por Daniel Jaramillo.

Comentario

Comentarios